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Disminuyó la cobertura nacional de vacunación en adolescentes contra el tétanos, la tos convulsa y el HPV
La cobertura nacional de vacunación disminuyó en 2020 con respecto a los años anteriores en tétanos, tos convulsa y HPV, algo que según Mónica Pujadas, vicepresidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) y profesora agregada de Pediatría, es preocupante porque “desde hace años que se viene viendo una demora de la vacunación en niños”, es decir, que cada vez se los vacunan más tarde.
Alicia Fernández, expresidenta de la SUP, contó en una conferencia que dio en abril que los porcentajes preocupantes se encuentran en las disminuciones de vacunados contra la dpaT –previene enfermedades como el tétanos–, la tos convulsa, y el HPV.
Fernández informó a El Observador que en 2020, hubo 86% de vacunados con la vacuna del dpaT de los niños nacidos en 2008 y en cambio, de los nacidos en 2009 se vacunó solo el 27%. Según el esquema, los niños deben recibir esa vacuna a los 11 años por lo que en 2019 la debieron recibir los nacidos primero y en 2020 los segundos.
Para las vacunas de la varicela la baja se dio en la segunda dosis con 88% de vacunados frente al 96% de la primera. Sin embargo, estos datos no quieren decir que la cobertura haya bajado, porque a veces sucede que la segunda dosis se retrasa unas semanas y el esquema se completa, pero con retraso.
En el caso del HPV, que tiene las cifras de menor cobertura nacional de vacunación, las segundas dosis en niños y niñas de 11 años eran menores al 3%. Esta vacuna no es obligatoria sino que se incluyó en el Esquema Nacional de Vacunación para que cualquier adolescente, niñas y varones, pueda recibirla.
En 2018, por ejemplo, las cifras habían sido más elevadas. En cuanto a la dpaT todas las dosis tuvieron una cobertura mayor al 90%. La del HPV en ese momento no estaba incluida en el esquema.
Para la expresidenta de la SUP los datos sobre cobertura de vacunación son alarmantes porque las vacunas son seguras y confiables. "No podemos permitir que enfermedades que ya están controladas vengan a colapsar el sistema”, afirmó.
Fernández mencionó que las medidas aplicadas para evitar la propagación de la pandemia disminuyeron en todo el mundo la cantidad de hospitalizaciones en otras enfermedades, y en Uruguay puntualmente ello se vio en la caída de las infecciones respiratorias.
Además, en un estudio realizado por Pujadas en conjunto con un equipo docente en 2019, se encontró que ya ese año el 95% de 100 pediatras encuestados se había tenido contacto, en al menos una oportunidad, con padres que dudaban de vacunar a sus hijos. La razón principal aducida era la presencia de temores en cuanto a la seguridad. Es probable que estas cifras hayan variado en el último año tras el covid-19.
Pujadas afirmó que por un lado es entendible que en pandemia haya bajado la vacunación por la no presencialidad en escuelas y centros de salud. También dijo que en estos años ha aumentado la cantidad de personas que plantean dudas ante las vacunas. “Una cosa es lidiar con la vacilación, otra es con el rechazo”, aseguró la pediatra, aludiendo así que es más difícil cambiar la perspectiva de aquellos que se encuentran completamente negados a la vacunación frente a aquellos que están dudando, y por este motivo la forma de abordarlos es diferente.
Es de esperarse también que con la visibilización de la vacunación contra el covid-19 y al estar más familiarizados con los términos clínicos, como la efectividad por ejemplo, un mayor número de personas se incline hacia la vacunación, confían los expertos.
*Aclaración: en una versión anterior de esta nota se afirmaba que había bajado la cobertura en niños y se incluían en esa disminución las dosis de varicela. Sin embargo, eso no era correcto. La cobertura bajó únicamente en adolescentes para tos convulsa, tétanos y HPV. Además, el texto tenía otras imprecisiones que fueron corregidas en esta nueva versión. A los lectores y a los involucrados, las disculpas del caso.
