El Banco Central del Uruguay (BCU), publicó los resultados de una nueva encuesta de inflación y expectativas económicas. Las respuestas de analistas e instituciones públicas y privadas mostraron cambios en muchas de las variables consultadas.
Una de ellas es el crecimiento esperado para la economía uruguaya en 2023, que cayó ahora a 1,2%, desde 1,45% en la consulta de mayo, según la mediana de respuestas. Este es el séptimo ajuste consecutivo a la baja desde noviembre, cuando la expansión proyectada era de 3%.
El principal efecto negativo para el año está asociado a la sequía, pero hay otros factores que también juegan, como el menor dinamismo del sector exportador, y la parada de la refinería de Ancap por cuatro meses en setiembre.
Otros riesgos están vinculados a menor dinamismo de inversiones tras la finalización de UPM, y el bajo dinamismo del turismo receptivo. A esto se suma la situación de la frontera con Argentina y el crecimiento del turismo emisivo que tiene efectos sobre el comercio y el empleo.
Por su parte, las últimas proyecciones presentadas por el Poder Ejecutivo datan de febrero de este año y se ubican en 2%, un punto porcentual por debajo de lo estipulado en la última Rendición de Cuentas. Es probable que esa cifra tenga un ajuste. El viernes el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) remitirá al Parlamento un nuevo informe de Rendición de Cuentas.
Los datos del primer trimestre mostraron que la economía volvió a crecer, tras la recesión técnica (dos trimestres consecutivos de caída) en la que había ingresado durante la segunda mitad del año pasado. El desempeño positivo se basó principalmente en el gran dinamismo mostrado por las exportaciones de bienes y servicios (turismo y no tradicionales) medidos en volumen.
El Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) afirmó días atrás que las señales positivas mostradas por el PIB a comienzo de año reafirman la idea de que el "2022 no fue tan bueno, ni 2023 será tan malo", y que así como la dinámica del crecimiento para 2022 fue de "más a menos", en 2023-24 sería de "menos a más".
Esto es lo que parecen reflejar las proyecciones para el año próximo, donde el crecimiento esperado es ahora de 2,7%, desde un 2,5% previo.
El recorte de la tasa de interés es un señal reclamada por varios sectores, entre ellos el exportador, dentro de un escenario marcado por la fuerte caída del dólar.
La moneda estadounidense acumula un descenso superior a 6% en lo que va de 2023 en el mercado de cambios y cotiza en la franja de los $ 37.
Los analistas que respondieron a la consulta del BCU esperan un tipo de cambio a $ 40 para final de año, y de $ 42,7 para final de 2024, en la mediana de respuestas.
La dinámica de la moneda estadounidense a nivel local no escapa a la tendencia mundial de debilitamiento. Según los expertos hoy no hay fundamentos internos ni externos que hagan pensar en una suba significativa del tipo de cambio.
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