Dolores Fonzi en<i> La cordillera</i>

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Dolores Fonzi: "Los personajes no siempre saben lo que están haciendo"

La actriz argentina forma parte de la nueva película de Ricardo Darín, La cordillera
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31 de agosto de 2017 a las 12:00
El protagonismo de Dolores Fonzi en La patota (2015) –donde interpreta a una mujer que sufre una violación– no solo le valió galardones internacionales, sino que también originó el comienzo de una relación con su actual pareja, el cineasta Santiago Mitre. La actriz conversó en Buenos Aires con El Observador sobre el trabajo del argentino como director y su papel en La cordillera, película en la que interpreta a Marina Blanco, la hija del presidente personificado por Ricardo Darín, que se estrena este jueves en Uruguay.


¿Cómo actriz le es difícil acceder al trauma?

Es difícil. Uno realmente tiene que sentir empatía con el personaje. Si vos los juzgas te distancias mucho. Paulina en La patota era difícil. "¿Por qué ella toma esa decisión?", preguntaba. Y Santiago (Mitre) me decía: "No sé. Pensalo vos". Los personajes no siempre saben lo que están haciendo.

¿Y qué sucede con Marina en La cordillera?

Marina es más fácil en un sentido porque la reflexión va en cómo es ser hija de un hombre de poder que te expuso en tu infancia con una fama y una herencia que no te corresponde. ¿Qué es lo que te estás zampando, sin que te toque? Cómo llegar a vivir o experimentar ese borde emocional en carne viva. Marina llega a la película ya en un borde y explota.

¿Tiene algún ritual o método para trabajar un personaje más allá de lo que está en el guión?
Depende. Si tenés una escena complicada que requiere mucha vulnerabilidad y fragilidad emocional dormís y comes menos. Obligas al sistema a estar un poco más estresado. Te ayuda. Cualquier adulto que haya dormido poco, todo le llega más lento. Si comiste bien y dormiste bien también hay técnicas que te llegan a un estado de borde.

¿Cómo describe a Santiago Mitre como director?

Es de los mejores directores que conozco. Es concreto y seguro de sí mismo. Fundamental para todos los roles en la vida en general, pero para un director más porque es una cabeza que hay que seguir. Está muy en sí mismo. No se desdobla. Es un bocho. Escribe todo lo que hace. Un prolífico pionero. Y tiene una habilidad destacable que, sin querer queriendo, es un gran contador de la época, sin ser pretencioso con eso. La patota se estrenó y sucedió la marcha de "Ni una menos" y La cordillera se estrenó y había elecciones. ¿Cómo cae en ese lugar sin saber? Y le va pasando.

¿En qué se encuentra trabajando?

En un guión con Laura Paredes que quiero dirigir y a ser mi ópera prima si todo sale bien. Es comedia. El gran Lebowski pero mujer y lo hago yo. Y la otra (película) se llama El futuro que viene y es ópera prima de Constanza Novick. Es la historia de dos amigas a los 12, a los 20 y pico y a los 30. Es una comedia también, pero con más trucos sobre la amistad.

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