Alí Sócrates: dos amigos, un gimnasio y mil enredos en la nueva serie uruguaya que llega a la televisión

Gonzalo Durante y Sebastián Pérez Pérez se conocieron a través de Facebook y encontraron que tenían un humor similar. Los diálogos en las redes llevaron a una amistad en el mundo real, y a coincidir en un gimnasio. “Era un gimnasio de barrio, viejo, con gente que iba después de laburar, y unas máquinas de ejercicio rusas, de la década de 1960”, recordó Pérez.

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Durante, que entrena artes marciales desde los 7 años y ha competido formalmente además de contar con una academia, recuerda que en una charla en el gimnasio –que era propiedad de su hermano– se dieron cuenta que había un universo listo para ser convertido en una ficción. “Ahí había un mundo de personajes y nos dijimos que era una serie”.

Y agregó con una risa: “Hubo que crear personajes más realistas, porque la gente que iba al gimnasio era muy disparatada y no nos iban a creer”.

Así nació Alí Sócrates, una comedia de ocho capítulos de media hora cada uno que se estrenará en TV Ciudad este viernes 10 a las 21 horas, y que luego tendrá emisión en Canal 5, en fecha y horario a confirmar. La serie recibe su nombre del gimnasio de ficción donde se desarrollan diversos enredos protagonizados por una galería de personajes absurdos, desde un aspirante a youtuber hasta un grupo de ladrones que buscan acceder a la tienda de compraventa de oro que está al lado del centro de entrenamiento.

Además de la variopinta población del local, que motiva diversas tramas secundarias, Alí Sócrates se enfoca en los cruces entre los dos amigos y propietarios del gimnasio, que tienen cada uno visiones diferentes sobre lo que el lugar debería ser, dos concepciones irreconciliables que llevarán a disparates varios.

De un lado está Santi (Federico Torrado), un estudiante de administración de empresas que solo busca facturar lo más posible, y por lo tanto se imagina un gimnasio glamoroso y atractivo para una clientela amplia, y del otro lado está Gonza (el propio Durante, en una versión exagerada de sí mismo), un artista marcial que quiere tener un lugar genuino y pensado para aspirantes a peleadores.

Pérez, que además es codirector de la serie, explicó: “cuando empezamos a escribir, partimos de ese personaje que tenía que ser como Gonzalo, solo que más parco, y por lo tanto más divertido. Tratamos de inventarle un opuesto. Y justo en ese momento empezaron a aparecer estos gimnasios todos cool. Y nos parecía muy divertido jugar con eso. Gonza en ese momento había dejado de tener gimnasio, y el que siempre quiso tener era uno de esos como el de Mickey de Rocky, con un cuadrilátero en el medio y ser un viejo hecho pelota y entrenar gente para que pegue buenos golpes. Y lo divertido fue juntar esos dos mundos, que cada amigo tenga su agenda y tratar de ir llevándolos a lo largo de ocho capítulos, que en principio eran nueve”.

Desgracia con suerte

Foto: Leonardo Carreño.

Los dos creadores de la serie empezaron a trabajar en el proyecto con miras a presentarlo a un fondo del ahora desaparecido ICAU (Instituto del cine y el audiovisual uruguayo). Escribieron guiones, armaron su carpeta, filmaron un extenso tráiler para darle más impulso al proyecto. Pero al momento de presentarlo, se dieron cuenta que el fondo ya no existía.

Alí Sócrates quedó a la deriva y se convirtió en una serie web, un formato que a nivel local tuvo su primavera hace algunos años. En medio de ese proceso, la productora Murdoc, que estaba en el camino de saltar de la publicidad a la ficción, se interesó en el proyecto y así desembarcaron Guillermo Carbonell (el otro director de la serie) y Pedro Lafferranderie como productor ejecutivo.

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El siguiente paso fue postularse al fondo Series Uy, del que también surgieron las ficciones Todos detrás de Momo y Metro de Montevideo. En la edición 2018 quedaron en segundo puesto por detrás del thriller sobre narcotráfico Gris. Lafferranderie contó que luego de dos años sin que esa serie pudiera producirse, sus responsables resignaron el fondo y ellos, como proyecto suplente, fueron contactados.

“Respiramos hondo y dijimos que sí”, rememoró el productor. “Sin embargo, esos dos años nos posibilitaron acceder a otras herramientas de financiación, como fondos y coproducciones que no estaban disponibles cuando otorgaron el premio inicial. Fue una desgracia con suerte”.

Sin pretensiones

Murdoc

Después de ver los dos primeros episodios de la serie, algunas de las conclusiones que se pueden sacar de Alí Sócrates (además de que tiene una canción de apertura tremendamente pegadiza), son que logra hacer de buena manera un ejercicio de equilibrio a dos bandas: por una parte, darle algo para hacer a todos los personajes de un elenco gigantesco que incluye a nombres como Robert Moré, Paula Silva y Pablo Oyhenart

Por el otro, jugar con el costado más absurdo de los clientes del gimnasio y con algunas tramas como la aparición de un peleador experto que busca robar alumnos a Gonza mediante un duelo de kickboxing, con los enredos “de oficina” y los vaivenes económicos del Alí Sócrates.

Con eso, la serie llega a un rango amplio de humor, con chistes más delirantes, múltiples referencias a la cultura pop y otros más directos. Para Pérez, si bien entran en juego las distintas sensibilidades personales y la formación de cada uno para captar algunos guiños, el humor no necesariamente es algo personal, sino que puede ser “genérico”.

Murdoc

“Creo que si te gusta el humor, este es un buen producto, porque es dinámico, es divertido, bien actuado, y creo que lo que nosotros buscamos es hacer algo que nos guste a nosotros, pero que sea inteligente y que haya gente que se vea reflejada en eso”.

Y Lafferranderie agrega que la serie, que actualmente gestiona su posible venta a plataformas internacionales, y cuyos responsables ya tienen ideada una posible segunda temporada, solo busca entretener.

“Queremos generar un buen rato”, dijo el productor. “Quisimos hacer un producto honesto en ese sentido, no tiene ambigüedades en su intención, no tiene pretensiones de cambiar el mundo más allá del pequeño instante en el que lo estás viendo”.