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Dos ciudadanos chinos fueron acusados de espionaje en Estados Unidos
El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DoJ) acusó a dos chinos de ser oficiales de inteligencia e intentar interferir en el enjuiciamiento de una importante empresa china de telecomunicaciones.
La denuncia penal revelada este lunes acusa a He Guochun y Wang Zheng de obstrucción de la justicia y a He de lavado de dinero.
Los dos hombres, que están prófugos, están acusados de pagarle a un informante norteamericano US$ 61.000 en bitcoins para proporcionarles documentos internos relacionados con el caso contra la empresa.
Breon Peace, el fiscal federal para el Distrito Este de Nueva York dijo en un comunicado que “la denuncia de hoy subraya los incansables esfuerzos del gobierno chino para socavar el estado de derecho”.
Aunque en la acusación no se nombra a la empresa, designándosela solamente como una empresa global de telecomunicaciones con sede en China, la agencia Al Jazeera informó que “la empresa en cuestión es Huawei”.
“Según los funcionarios norteamericanos., estos dos agentes chinos intentaron sobornar a un oficial de la ley para que entregara documentos confidenciales y secretos sobre la estrategia legal en el enjuiciamiento de Huawei”, informó Zhou-Castro de Al Jazeera desde Washington, DC.
“El gobierno de China buscó interferir con los derechos y libertades de las personas en los Estados Unidos y socavar nuestro sistema judicial que protege esos derechos”, dijo el fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland a los periodistas durante una conferencia de prensa.
Y agregó que “el Departamento de Justicia no tolerará los intentos de ninguna potencia extranjera de socavar el estado de derecho en el que se basa nuestra democracia”.
Mientras tanto, los fiscales federales de Estados Unidos dijeron el lunes que habían acusado a otros 11 ciudadanos chinos presuntamente involucrados en otros dos hechos delictivos.
En el primero de ellos, en una acusación, presentada también en el Distrito Este de Nueva York se involucró a siete ciudadanos chinos, incluidos dos que fueron arrestados el 20 de octubre, en un plan para repatriar por la fuerza a un ciudadano chino que vive en Estados Unidos.
“Los acusados están acusados de vigilar y participar en una campaña para hostigar y obligar a un residente estadounidense a regresar” a China, dijeron funcionarios estadounidenses.
El segundo caso fue en Nueva Jersey, donde los fiscales estadounidenses acusaron a cuatro ciudadanos chinos “en relación con una campaña de inteligencia de larga duración” dirigida a ciudadanos estadounidenses para actuar como agentes del gobierno chino.
Tres de los acusados eran presuntos agentes de inteligencia del Ministerio de Seguridad del Estado de China, dijo el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Para Zhou-Castro, de Al Jazeera, los cargos levantados por los estadounidenses “quizás tienen la intención de enviar un mensaje político a China”, señalando que se presentaron pocos días después de que el presidente chino, Xi Jinping, obtuviera un histórico tercer mandato como líder del Partido Comunista Chino.
El presidente Joe Biden ha continuado con la política de su predecesor, Donald Trump, de tratar a China como el rival geopolítico más importante del país, según se desprende del documento sobre la Estrategia de Seguridad Nacional presentado recientemente donde se describe a China como “el único competidor con la intención de remodelar el orden internacional y posee, cada vez más, el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo”.
El gigante global Huawei ya fue acusado en 2018 por supuestamente engañar a HSBC y a otros bancos sobre su negocio en Irán, que está sujeto a sanciones de EE. UU y en 2020 se agregaron otros cargos al caso, incluida la conspiración para robar secretos comerciales de seis empresas de tecnología estadounidenses y ayudar a Irán a rastrear a los manifestantes durante las manifestaciones antigubernamentales en 2009.
Los lazos entre Beijing y Washington se han agrietado últimamente debido a tensiones comerciales y estratégicas, como las relaciones con China con respecto a Taiwán, y la competencia por el predominio marítimo sobre el mar de China meridional para contrarrestar la influencia china en la región indo-pacífica.
