Se anunciaba como la elección más dramática en una generación. A pesar de que las encuestas favorecían claramente a Biden, los medios eran cautos en no darle por segura la victoria, porque en los estados clave la ventaja era mucho menor. Y al final, a pesar de todos los pesares, de su figura divisiva, de encarar la política de manera opuesta a lo que dicen los manuales, Donald Trump se comportó electoralmente mejor de lo que todos esperaban. ¿Le alcanzará para lograr la reelección? No sabemos, porque esta dramática elección tiene aún alguna carta por jugar.
Mientras Estados Unidos atravesaba la madrugada y se preparaba para la salida del sol, aún no se podía declarar un ganador. Y la incertidumbre se mantendrá al menos hasta este miércoles, cuando se retome el escrutinio en algunos de los estados más parejos. Todo eso con un dramatismo inédito, desde el momento en que el presidente denunció ayer por la noche que le quieren robar la elección.
Sobre las 8 de la mañana de Uruguay, Wisconsin, uno de los tres estados definitorios, se inclinaba por Biden, pero con una diferencia mínima sobre Trump. Allí se llevaban escrutados más del 98% de los votos y la ventaja del demócrata era del 0,5% sobre el actual presidente.
Sin embargo, en otros estados también clave, como Pensilvania y Michigan, con la la mayoría de los votos escrutados, la ventaja se la llevaba Trump. En esos dos casos se escrutaron el 78% de los votos. Estos tres estados son los que definirán la elección.
La clave de la definición está en Georgia (16 votos electorales, y 2,5 puntos a favor de Trump, 50,6 a 48,1 con el 91% escrutado, aunque aún pendientes muchos votos de Atlanta, ciudad demócrata), y el “muro azul” del norte (Wisconsin, Michigan y Pensilvania), que guardan la llave de la victoria con sus 46 votos electorales: 10, 16 y 20 respectivamente. Trump está al frente en los tres, pero la clave allí es el voto adelantado y el voto por correo, que se estima es mayormente demócrata, y que se escrutó en un porcentaje menor que el voto presencial.
Georgia anunció que seguirá su escrutinio en la mañana del miércoles, mientras que Wisconsin esperaba terminar su escrutinio a la hora 5 local, 8 de la mañana de Uruguay. Michigan y Pensilvania tienen muchos votos por correo, que seguirán llegando en estas horas, que pueden recortar la distancia de Trump.
Con ese panorama, sobre la hora 2:30 Biden fue el primero en salir a hablar. Le ganó de mano a Trump, con un discurso en el que llamó a la calma y a esperar los resultados, aunque dejó clara su confianza de que se impondrá en los estados del norte que siguen parejos.
"Estoy aquí para decirles que creemos que esta noche vamos rumbo a ganar las elecciones", expresó. "Sabíamos, por el voto anticipado y por el voto por correo sin precedentes, que iba a tardar un rato. Vamos a tener que tener paciencia hasta que se cuenten todos los votos, todas las boletas. Pero nos sentimos bien con nuestra posición actual".
"Tenemos un buen presentimiento con Wisconsin y Michigan", replicó enseguida y agregó que si bien cree que el resultado tardará, se ve como ganador en otro estado clave: Pensilvania. "No nos toca ni a mí ni a Donald Trump declarar quién gana las elecciones. Eso lo define el pueblo estadounidense, pero tengo optimismo respecto al resultado", dijo.
Trump le respondió a su estilo. "Estamos muy por delante, pero ellos tratan de robar la elección", escribió Trump en Twitter. Twitter calificó como potencialmente "engañoso" al tweet de Trump y justificó el por qué de su advertencia”.
Más tarde, cerca de la hora 4:30 de Uruguay, Trump habló desde la Casa Blanca: “Esto es un fraude sobre el pueblo. Estábamos prontos para ganar y francamente, hemos ganado esta elección. Nuestra misión es asegurar la integridad de la elección. Es una vergüenza para la nación. Vamos a ir a la Corte Suprema No queremos que encuentren votos a las 4 de la mañana. Es un momento muy triste. Ganaremos esto y para mí ya hemos ganado”. Lo secundó el vicepresidente Mike Pence, que fue por la misma línea pero fue más cauto. “Nos mantendremos vigilantes. protegeremos la integridad de la elección. Pero por los enormes márgenes que consiguió, señor presidente, creo que estamos en el camino hacia la victoria”.
El presidente ya había anunciado que “iría con sus abogados” para impedir que se contaran votos que llegaran después de la elección y ese parece ser un escenario probable en los próximos días, pese a que distintos cortes judiciales han ratificado la validez de esos votos.
Son horas dramáticas para la principal democracia del mundo, y la batalla no solo está centrada en quien suma más votos, sino en si algunos votos se cuentan o no.
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