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1 de abril 2016 - 5:00hs

Black Soil es un sistema de "siembra líquida" que aporta eficiencia y cuidado del medioambiente. Se trata de un equipo de aplicación de un fertilizante líquido, ambos con patente exclusiva a nivel mundial, que se instala en cualquier sembradora. Al abrirse el surco cae la semilla, luego el agua con el fósforo y después se cierra el surco. O sea que en el hábitat de la semilla se está sellando esa humedad y los nutrientes quedan disponibles para la planta.

Lucas Talamoni, CEO de la compañía, comentó a El Observador Agropecuario que es en las 10 primeras horas de sembrada la semilla que se absorbe 50% de su volumen con esta agua, que está integrada por fósforo líquido –derivado de la roca fosfórica–, que permite agregar mayores cantidades de unidades de fósforo, algo que considera clave.

Señaló que en Uruguay y en Entre Ríos, los campos son muy ondulados y las fertilizaciones tienden a irse a las aguadas por las pendientes. "Si utilizamos 200 o 300 kilos de fertilizante tenemos una pérdida muy grande que contamina el agua y no se aprovecha", dijo.

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La tecnología propone aplicar en la línea de siembra directa el fósforo líquido, que es único en el mercado, muy poco ácido y que queda disponible directamente para la planta, logrando tener una raíz con más vigor, explorando la humedad y nutrientes y minimizando el estrés hídrico.

Por otra parte, Talamoni señaló que en Uruguay y Argentina no se le presta demasiada atención al pH de los suelos. "Hay suelos de pH 5, 5,5 y 6. Un suelo con pH 5,5 tiene apenas 48% de eficiencia de absorción, el resto se pierde. Si tiro 300 kilos, 150 ya se perdieron porque se inmovilizaron con el pH. Es importante analizar cada suelo para ser más eficiente en la siembra, lograr la germinación y nutrición", sostuvo.

Agregó que cuando se inoculan semillas de soja del modo convencional se muere 95% de las bacterias, porque estas viven en un modo acuoso. Sin embargo, con esta tecnología se mantiene una bacteria viva en el fondo del surco.

Respecto a los microorganismos del suelo agregó que si se pone mucho fósforo en el surco se le agrega mucho ácido al suelo y eso mata la microfauna. "Por eso buscamos un pH de aplicación de entre 6 y 6,5, porque la semilla se alimenta de líquido, no de sólido", afirmó.

"Cuando inoculan semillas se muere 95% de las bacterias y con Black Soil se mantiene la bacteria viva en el surco", dijo Lucas Talamoni.

El sistema de negocio de Black Soil es a través de la prestación de servicios, no venden el equipamiento ni el fertilizante, y el pago se realiza por hectárea. "Si un productor agrega 200 kilos de fertilizante y gasta US$ 105 más o menos, el equivalente se lo cobramos en dólares por hectárea, que representa 50% de ahorro en esa fertilización, con una eficiencia 100%", dijo el empresario.

En la tarifa está incluida el alquiler de la máquina, los equipos de la aplicación y el producto. Juan José Falero, director de barraca Falero, de Cardona, es el representante de Black Soil en Uruguay. "Si un productor nos llama para sembrar 100 hectáreas, el costo es de US$ 70 por hectárea. La empresa va, instala la máquina en la sembradora del productor o contratista, la instalación no lleva más de dos o tres horas, se lleva el producto y cuando se termine la tarea se desinstala la máquina. El precio es fijo por hectárea, salvo que se quiera aplicar más producto del recomendado", indicó Falero.

La aplicación se controla desde la computadora de a bordo, que viene equipada con GPRS, y se puede monitorear todo a tiempo real, ver a qué velocidad se hizo la tarea, qué caudal se aplicó y en qué superficie.

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