El asado cada vez más caro: ¿llegó para quedarse?

Los precios de la carne vacuna han mostrado un marcado aumento para el consumidor uruguayo en los últimos meses

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31 de octubre de 2019 a las 16:06

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Esta semana me toca nuevamente suplir al titular Álvaro Irigoitia, que se tomó unas minivacaciones. Si sos un consumidor habitual de carne, seguramente en el último tiempo te llamó la atención la escalada que mostraron los precios, con un asado orillando los $ 300 en supermercados y carnicerías. Para abordar ese fenómeno intentaré darte un pantallazo general de qué está detrás de esa tendencia y qué podemos esperar a futuro.

Por otro lado, te voy a mostrar algunos datos del boom de la tecnología wearable, o en castellano, aquellos dispositivos tecnológicos que se pueden llevar pegados al cuerpo por auriculares inalámbricos o relojes inteligentes.

El que quiera carne que le cueste (más)

Que a los uruguayos nos gusta bastante la carne vacuna no es ninguna novedad. Estamos codo a codo cada año peleando con los hermanos argentinos por el top a nivel global del consumo pér cápita de esa proteína con la nada despreciable cifra de 59 kg por persona en 2018, bastante por arriba de los 20 kg de carne aviar o los 18 kg del cerdo.

Por tanto, es hasta un reflejo natural que cada vez que hay algún movimiento alcista en los precios tiremos alguna maldición al aire o pensemos que los frigoríficos se están aprovechando de nuestra vorágine carnívora. Y no es nada de sensación térmica o de quejosos. Entre octubre de 2017 y setiembre de este año (dos años) la canasta general de precios que revela el INE (IPC) para calcular la inflación aumentó 16%, mientras que la carne vacuna fresca lo hizo casi el triple (36%) como lo puedes ver en este gráfico. En general, el precio de esa proteína estuvo alineado al índice general durante una buena parte del tiempo, pero desde marzo de este año se aprecia un notorio despegue en la evolución de la carne vacuna sobre el IPC general. 

Ahora vamos a dos componentes bien sensibles y populares en la dieta del consumidor asiduo de carne en igual período. En octubre de 2017 teníamos un precio medio del asado de tira de $ 177 por kg al público, mientras que la carne picada magra costaba $ 224, según el relevamiento del INE. En setiembre de este año, el asado había trepado a $ 269 (+51,5%) y la carne picada a $ 287 (+28,4%), en ambos casos bastante por arriba de la evolución general de la inflación en ese período.

China y una peste que encendió una aspiradora de carne

Para un país agroexportador -que depende de la suerte muchas veces de sus mercados externos para darle empuje a su economía-, que un cliente demande y pague bien es buena cosa, aunque ello también le termina pegando al consumidor uruguayo.

Si sos un lector asiduo de El Observador seguramente viste un sinfín de notas donde hicimos referencia a la importancia de China para las exportaciones, pero particularmente para la carne vacuna.  Esta gradual y sostenida corriente -que ha llevado a que Uruguay vaya relegando su preferencia por otros destinos históricos para la carne como Rusia, EEUU e incluso el apetecible mercado europeo-  tuvo un envión inesperado que rompió todos los pronósticos previos: la peste porcina africana.

Hasta la semana al 19 de octubre, Uruguay llevaba exportadas 264.074 toneladas de carne vacuna por unos US$ 1.417 millones, con un incremento de 8% sobre igual período del año pasado. De ese volumen, China se llevó casi 7 de cada 10 kilos de carne que los frigoríficos sacaron por el puerto de Montevideo, con un crecimiento en sus compras del 31% este año.

EFE

China -junto a otros países asiáticos- es de los más afectados por esa epidemia, que ya obligó a sacrificar la friolera de entre 150 millones y 250 millones de cerdos desde agosto de 2018 cuando aparecieron los primeros focos de esa peste. Rabobank estima que ese país perderá el 55% de su stock de cerdos para fines de este año. La potencia asiática buscó rápidamente atender esa falta de proteína para sus millones de consumidores con abastecedores naturales y grandes exportadores como Brasil, Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Uruguay, entre otros, pagando precios muy encima de otros mercados.

Las dos caras: productores contentos, industriales preocupados

Con una demanda china que por momentos parece insaciable, los frigoríficos apretaron el pie de la acelerador en la faena para atender su cliente top. Como todo mercado, cuando hay una mayor demanda que la habitual los precios suben y, si la oferta es escasa, el efecto se potencia. Eso es buena parte lo que está detrás de una cotización récord para el mercado de haciendas en Uruguay, que también tuvo su derrame en las categorías de reposición. El stock vacuno en Uruguay cerró al 30 de junio pasado con su tercera caída anual consecutiva.

En la última semana, las industrias uruguayas llegaron a pagar hasta US$ 4,30 el novillo por kg a la carne a los ganaderos, un valor sin precedentes. Para tener una comparativo regional, ese animal similar en los estados exportadores de Brasil se paga a US$ 2,60 por kg carcasa, en Argentina US$ 2,50 y en Paraguay US$ 2,75.

Del otro lado del mostrador, hay frigoríficos (sobre todo los medianos y pequeños) que están sobrellevando su actividad con dificultades para rentabilizar su negocio. En Uruguay, el 40% de la faena vacuna está en manos de las multinacionales brasileñas Marfrig y Minerva.

El presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), Daniel Belerati, declaró a Búsqueda hace un par de semanas que augura una escasa actividad para la industria del sector y que “hace más de un año” las gremiales de los frigoríficos advirtieron que “el volumen de animales para faena era el más bajo desde que existe el registro de la Dirección Contralor de Semovientes” (Dicose).

La faena en el acumulado enero-octubre está levemente por encima de las 1,8 millones de cabezas, un descenso del 4,7% respecto a igual período del año pasado. En el caso de los novillos (la principal categoría) la baja llega al 9,5% (con casi 100 mil animales menos).

Belerati sostuvo que “hay clientes, hay mercado y hay demanda, pero Uruguay no hizo lo que tenía que hacer. Pasaron décadas con índices de procreo muy exiguos y una productividad de cría muy baja”, con “un cuello de botella” que tiene la industria en el presente debido a que “no tiene materia prima para faenar”.

“La exportación de ganado en pie no tuvo nada de virtuosa, sino que nos llevó al círculo vicioso en el que estamos hoy”, cuestionó el dirigente gremial. El propio sindicato de la carne (FOICA) también se ha expresado en favor de regular la salida de ganado sin faenar del país porque luego ello se traduce en la pérdida de jornales y el envío de trabajadores al seguro de paro.

En lo que va de 2019, Uruguay exportó 110 mil cabezas vacunas en pie, un freno apreciable respecto al récord de 420 mil cabezas de 2018 o los 332 mil animales de 2017.

Los productores y gremiales rurales defienden a rajatabla la libre exportación de ganado vivo porque consideran que es el mejor estímulo para incentivar la cría.

La importación mitiga, pero no alcanza

Los propios carniceros han notado cómo la escalada en el precio de la carne vacuna resintió la venta de cortes vacunos con hueso, donde la importación todavía no está operativa. El asado está hoy a valores muy cercanos a cortes históricamente más caros sin hueso como el vacío, por ejemplo. Algunas semanas atrás cobró fuerza la posibilidad de importar asado con hueso desde Argentina, pero la falta de un permiso y las dudas sobre la aceptación de ese producto congelado en el paladar del consumidor local enfriaron esa alternativa.

En el caso de los cortes sin hueso, la suba de precios ha sido amortiguada por las importaciones principalmente provenientes de Brasil y Paraguay, así como el ingreso de carne de cerdo brasileño,que también ha visto incrementada su cotización en pesos para el consumidor por la suba del dólar y la aspiradora china que te mencioné unos párrafos más arriba. En estos dos gráficos podés ver un poco cómo ha evolucionado la importación de carne vacuna y de cerdo en los últimos dos años.

En los primeros 10 meses de este año ingresaron al país 24 millones de kg de carne vacuna, casi duplicando los 13 millones de kg que ingresaron en igual lapso del año pasado. Por eso es que seguramente ya te has habituado a ver cortes como colita de cuadril paraguaya o vacío brasileño en las góndolas. 

A esto hay que sumarle la tendencia de los últimos años a un mayor protagonismo del cerdo en la dieta de los uruguayos. Este comportamiento tuvo un incentivo adicional con la suba de los últimos meses de la carne vacuna. Los datos aduaneros muestran un claro ascenso en el ingreso de carne de cerdo, pero la peste porcina (Brasil también le envía esa proteína a China) y la suba de casi 15% del dólar en Uruguay este año, han quitado un poco de atractivo a esa opción, que de todos modos sigue firme.

En los primeros 10 meses de este año ingresaron casi 34 millones de kg de carne de cerdo enfriada y congelada, en este caso apenas 2 millones de kg por arriba de igual lapso del año pasado. Acá Brasil fue por destrozo (97%) el principal abastecedor de esa proteína.

¿Es sostenible esta tendencia?

Realizar pronósticos sobre la evolución de precios y niveles de demanda para la carne vacuna no es una tarea sencilla como ocurre con la mayoría de los commodities. De todas formas, te dejaré algunos datos por los que considero que (lamentablemente para tu bolsillo) el precio del asado que estás planificando para el verano continuará más caro de lo que te habías acostumbrado a pagar en los últimos años.

●     Hoy no tenemos certezas de cuándo China finalmente podrá contener el avance de la peste porcina. La información oficial que llega es muy poca y en cuentagotas. Si bien su economía puede crecer 1 o 2 puntos menos por año de aquí en más, nada hace prever que frene abruptamente su boom de demanda por proteínas de origen animal. La recomposición de una stock de 200 millones de cerdos no se hace de un día para el otro.

●     Uruguay tiene una buena reputación sanitaria y comercial en China. Por tanto, deberíamos esperar mayores volúmenes de carne rumbo a ese mercado a corto plazo. Si dejamos de ser un poco el ombligo (exportamos poco volumen frente a otros gigantes) y miramos a los competidores, la coyuntura acompaña. Los stocks de ganado bovino han caído el último año en Australia, Brasil, Paraguay, la Unión Europea y Uruguay. Se mantuvo estancado en EEUU y tuvo un repunte leve en Argentina, pero cuya sostenibilidad futura -con el regreso al poder del peronista Alberto Fernández- está en duda.

●     Ello me lleva a pensar que si los principales exportadores del mundo tienen una menor oferta exportable (por una menor disponibilidad de materia prima) y la demanda por carne de Asia -con China en su timonel- mantiene su ritmo por la peste porcina, no sería esperable que los precios de la carne vacuna bajen (de manera significativa) a corto plazo, por lo que lamento decirte que el clásico asado de tira seguirá costando sus buenos pesos para tu parrilla. 

Además…

La tecnología wearable ya no es solo un regalo navideño

La tecnología 'wearable', es decir, de aquellos dispositivos que se pueden llevar puestos en el cuerpo, se ha consolidado como una nueva área de negocio de las empresas tecnológicas. Y es que la demanda de estos dispositivos, entre los que se encuentran los 'fitness trackers', los relojes inteligentes y los auriculares inalámbricos, aumenta cada trimestre. Respecto a estos últimos, Apple, líder indiscutible en este segmento, anunció esta semana el lanzamiento de una nueva versión de sus Airpods, los Airpods Pro 2, que incluye algunas mejoras como la cancelación del ruido exterior.

Tal y como muestra este gráfico de Statista, según datos de la consultora IDC, una de las novedades del sector es la desestacionalización de las ventas de estos dispositivos, que ya no se adquieren solo como regalo navideño. Así, en el primer trimestre de este año los fabricantes enviaron a las tiendas 49,6 millones de dispositivos, un volumen comparable al de las temporadas de Pascuas anteriores.

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Soy Ándrés Oyhenard , editor de Economía y Empresas de El Observador. Hasta aquí esta nueva entrega de Rincón y Misiones, la newsletter exclusivo para suscriptores Member de El Observador para entender mejor la realidad económica y los temas que tocan nuestro bolsillo, y contar con mejor información para tomar decisiones.

 

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