El Buñuelo, sexto hermano asesinado en 13 años: la historia de la pesadilla narco que se adueñó de San Carlos

Conocido como “El Buñuelo”, fue líder de una de las bandas de narcotraficantes que se disputan territorio y ventas de drogas en la ciudad de San Carlos. El barrio Rodríguez Barrios fue testigo de enfrentamientos, ajustes de cuentas y –entre ellos– los crímenes de los seis hermanos Correa Balladares.

Con las primeras luces de este sábado varios hombres llegaron en un auto –ya identificado–hasta la casa de Correa Balladares. Golpearon la puerta y lo asesinaron de varios disparos provenientes de un arma larga, según información primaria de la policía. En esas cuatro paredes, la pareja de la víctima y una niña escucharon las detonaciones.

Según fuentes de la investigación, una persona que es testigo del hecho dijo a los investigadores que los hombres tenían ropa similar a la de la policía, punto que está siendo analizado incluso por imágenes de las cámaras de videovigilancia que registran el recorrido de quienes escaparon de inmediato por las angostas calles de pedregullo.

“Haciéndome eco de las palabras de la señora fiscal (Pamela Meirelles) es una investigación compleja por quién es la víctima, todo el entorno que la ha rodeado (...) Es un entorno familiar complejo. Este es el barrio de él. Acá la familia ha construido su vida, varias de estas viviendas de una forma u otra son de ellos”, dijo el jefe de policía Julio Pioli en rueda de prensa horas después del crimen.

Tal es la presencia de la banda, que en estos años llegó a montar un sistema de videovigilancia con 17 cámaras que fue desinstalado por el Ministerio del Interior. 

Hacía algunos días que Balladares estaba en libertad, tras cumplir 14 meses de prisión en la cárcel Las Rosas, ubicada en las afueras de San Carlos, y donde Correa Balladares y algunos de sus hermanos eran habitué. La localidad, de algo más de 27 mil habitantes, sufre desde 2008 los enfrentamientos entre tres bandas que comercializan varias drogas y que venden mediante el narcomenudeo.

Algunos vecinos acusaban a Correa Balladares de imponer el miedo y amenazar a quienes pretendiesen denunciarlo. Son los mismos vecinos del entorno de la plaza Rodríguez, barrios donde hablan con la prensa pero con un pedido expreso de confidencialidad. El sentimiento es que los Correa son “intocables”, dijo a El Observador el entonces jefe de policía Erode Ruiz, en marzo de 2018.

Las investigaciones no avanzan porque los testigos no declaran y las víctimas no denuncian.

“San Carlos ha ido cambiando, se ha tornado violento”, coincide el actual jefe de policía.

Según los vecinos, los Correa Balladares andan a toda velocidad en sus autos, son quienes empiezan todos los pleitos, y a quienes “la policía no busca”. La familia, añadía Ruiz, tiene el “perfil de matones”. “Alguien les avisa cuando hacen los allanamientos, porque siempre rajan con las armas y las drogas”.

Por las condiciones geográficas, San Carlos es propicio para un cómodo escape de los delincuentes. Rodeado de campo, sobre una ruta 9 que lo une con Chuy (Rocha), y a pocos minutos de Minas (Lavalleja), el tridente de las mayores bandas narco del país, se grafica con facilidad en el mapa uruguayo.

Es así que el negocio se transformó en histórico: las estructuras, a modo de empresas familiares, pasan de generación en generación, como ya sucedió en la familia de Dany, otro narco conocido en la ciudad carolina. Cuando los hombres caen, las mujeres se hacen cargo. Ahora, muy cerca de la casa donde “El Buñuelo” fue asesinado sobre la hora 7, quedarán la madre de la víctima, un hermano y una hermana. Son los integrantes que quedan de esa familia.

Solo entre enero de 2017 y mediados de 2018, hubo cinco homicidios motivados por estos conflictos, que tenían como actores principales a la banda liderada por “El Buñuelo”, la del Dany –preso desde julio de 2017 por uno de esos homicidio–, y la de El Kane. El primer homicidio que los carolinos recuerdan entre narcotraficantes data de 1972. 

Un viejo conocido

Marcelo Umpiérrez

Hace pocos días Correa Balladares salió de Las Rosas, pero, a diferencia de todos estos años, esta vez no volvió.

Su última pena era de 14 meses. Su ingreso a la cárcel fue a fines de junio de 2020 tras haber sido detenido por la policía. Junto a él fueron llevadas ante la Justicia otras cuatro personas –entre ellas, uno de sus hermanos–. Además, dos menores. La policía hizo cinco allanamientos donde les incautó armas, drogas y celulares. Eso ocurrió el 24 de junio de 2020. Recién había recuperado la libertad el 5 de junio.

Ese mismo 5 de junio de 2020 balearon a uno de sus hermanos en el Rodríguez Barrios que los vio nacer. Allí una persona ajena al hecho también resultó baleada.

La mañana del 17 de diciembre de 2018, la policía hizo el operativo Mirador X. Los oficiales encontraron nueve pájaros de fauna protegida que quedaron a disposición de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, tal como había ocurrido antes en el operativo desplegado en el barrio montevideano de Tres Ombúes. Allí también había animales exóticos porque, según dijeron entonces a El Observador fuentes policiales, los criminales tratan de emular la estética del narcotraficante colombiano de la década de 1990 Pablo Escobar, que en su recordada Hacienda Nápoles tenía más de 1.500 especies.

Correa Balladares fue condenado a dos años de prisión el 1° de noviembre de 2018 por un delito de negociación de sustancias estupefacientes.

Antes, había sido detenido el 16 de mayo de 2018. El 7 de junio siguiente la Justicia de San Carlos decidió prisión preventiva por 120 días en su contra, pero no fue a prisión por un recurso de inconstitucionalidad que presentó su abogado. Entonces se le había incautado dos armas de fuego, 448 dosis de pasta base, tres autos y $ 28 mil.

Los hermanos Balladares

“El Buñuelo” fue el sexto. Le tocó este fin de semana. El primero de los hermanos Correa Balladares que fue asesinado fue José María, alias “El Pipi”, de 31 años, el 5 de noviembre de 2008.

El 20 de diciembre de 2019  dos hombres llegaron en moto a la plaza del barrio y uno de ellos baleó a un joven de 19 años. Recibió varios disparos. Resultó ser Jhonatan Rodrigo alias “El Sapito”, el quinto de los hermanos Balladares en 11 años.

Los malos vínculos se acentuaron. La plaza en donde ocurrió el homicidio ha sido escenario de varios enfrentamientos.

La casa de Rodríguez Barrios es también testigo de varios de los crímenes: Héctor Rafael Correa Balladares, de 37 años, fue atacado a balazos el 1° de noviembre de 2019. También apodado “El Reca”, salvó su vida el 6 de setiembre de ese año, tras haber sido baleado en esa casa.

También en ese lugar y de mismo modo, el 15 de octubre de 2019 Pablo Correa Balladares, de 26 años y carente de antecedentes penales, fue asesinado a balazos.

La historia va más atrás en el tiempo, cuando San Carlos empezaba a reconocer como tal una pelea narco sin precedentes. El 20 de julio de 2017 Nelson Alejandro Correa Balladares murió a sus 40 años. Estaba preso en Las Rosas y fue atacado en el estómago durante una pelea con cortes carcelarios. Fue trasladado al hospital de Maldonado pero falleció a las pocas horas.

Estaba preso por el delito que reiteraba una y otra vez su familia: suministro de sustancias estupefacientes.