La jueza Rossana Ortega procesó con prisión a un hombre apodado El Cachila como coautor de un homicidio simple agravado por alevosía, en el marco del caso que investiga el homicidio de la adolescente argentina Lola Chomnalez en diciembre de 2014.
El Cachila había sido indagado en abril de 2015 por este caso pero había quedado en libertad. En febrero de este año asumió la causa un nuevo fiscal, Jorge Vaz, quien después de analizar todo el expediente volvió a citarlo como indagado y pidió su procesamiento. La línea de investigación se basa en que fue más de una persona la que participó del homicidio de Lola, y el fiscal consideró que no cabe dudas de que El Cachila fue una de ellas. De todos modos, el ADN de este hombre no coincide con la encontrada en el pareo de la adolescente, por lo que no hay pruebas de que haya sido El Cachila quien la mató.
Según dijo el fiscal del caso, Jorge Vaz, a El Observador, la jueza aún no terminó de redactar los fundamentos de su fallo, por lo que solo comunicó vía correo electrónico a las partes de la causa. Al momento, la magistrada definió que la agravante especial del homicidio es la alevosía, aquel asesinato que se produce "cuando la víctima se halla en condiciones inadecuadas de cualquier naturaleza" que denoten que al momento de morir intentó "prevenir el ataque o defenderse dela agresión", tal como lo determina el Código Penal.
En efecto, una de las pericias realizadas por la Policía Científica que citó el fiscal Vaz en su pedido de procesamiento, concluye que Chomnalez "no llega de forma voluntaria" desde la playa hasta la arbolada en donde fue encontrado su cuerpo, a un kilómetro y medio de Aguas Dulces. "La llevan hasta allí con algún tipo de amenazas, los cortes de los brazos pudieron haber sido intimidatorios, y no fue llevada por una sola persona (sino que) tal vez dos”, y agrega que al verla "sola en un lugar bastante aislado, capaz la idea no fue matarla, sino pretender tener algo con ella y derivó a la muerte”".
No obstante, la abogada defensora del imputado, Yésica Biquez, sostiene que El Cachila no estuvo en el lugar donde mataron a Lola y que cuando declaró detalles sobre la escena del hecho –que incluso estaba en el momento en que la víctima murió– se debió a que fue "presionado" por la policía para que hablara.
La defensora pública ya adelantó en diálogo con El Observador que si la jueza daba lugar al procesamiento con prisión solicitado por el fiscal iba a apelar el fallo.
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