El candidato que lidera las encuestas en Guatemala fue dejado fuera de las presidenciales

La posibilidad de ganar la presidencia de Guatemala se esfumó en menos de un mes para Carlos Pineda, un candidato de derecha que lideraba las encuestas desde principios de mayo. Según muchos sondeos estaba al frente de la intención de voto con el 23%.

Pineda es un empresario que con su campaña en TikTok llegó a la cumbre de simpatías electorales. Sin embargo, se convirtió en el tercer presidenciable bloqueado. La Corte de Constitucionalidad lo dejó de lado.

En un comunicado de prensa, el tribunal dijo el viernes que rechazó las apelaciones de Pineda, del partido Prosperidad Ciudadana, en base a un recurso de amparo presentado por el partido Cambio, cuyo fundamento fue que “hubo errores en la asamblea” que eligió a Pineda como candidato.

El día anterior, la Corte también revocó la inscripción de Roberto Arzú, otro candidato de derecha que se postulaba a la presidencia. 

Ya son muchas las voces que advierten arbitrariedad y riesgo de fraude en los comicios. “La elección adquiere el carácter de elecciones restringidas donde la autoridad electoral se convierte en el primer y gran elector del proceso, restringiendo el voto ciudadano a la oferta preseleccionada”, escribió en un comunicado la organización Mirador Electoral. 

Entre los candidatos que fueron apartados por estas decisiones del tribunal están también otros dos candidatos, la líder indígena Thelma Cabrera y el ex procurador de Derechos Humanos Jordan. Pineda y ellos dos fueron excluidos “de forma legal”. 

Cabrera y Pineda directamente dicen que son formas propias de una “dictadura”, dado que falta menos de un mes para los comicios. 

El argumento del tribunal es que el partido que postula a Pineda estaba al límite de los requerimientos formales y eso era suficiente para el fallo que lo dejó fuera. Es más, la Corte en los fundamentos exhorta al resto de los partidos que cumplan con los requisitos y evitar que la corte intervenga en la “reconducción electoral”. 

En cuanto a la líder indígena Thelma Cabrera y el candidato Roberto Arzú García-Granados quedaron también fuera de la contienda electoral porque el tribunal electoral los invalidó. 

Con una propuesta de conformación del estado plurinacional y de nacionalización de los recursos públicos, Cabrera quedó en el cuarto puesto en las presidenciales de 2019. En el quinto quedó Roberto Arzú García-Granados, que se presentaba como una opción “disruptiva, de rechazo a la corrupción” y que pretendía retomar el legado de su padre, el expresidente Álvaro Arzú Irigoyen, del conservador partido Unionista. 

Arzú García-Granados, del Partido Podemos, es un empresario y expresidente de un club de fútbol que dice tener posibilidades de quedar en los primeros lugares. Calificó como el “fraude electoral moderno” gestado por la “cooptación institucional” que excluye y favorece a ciertos candidatos. 

La candidatura de Arzú García-Granados quedó sin validez por una presentación de un partido que compite en las elecciones, el FCN Nación, que postula al expresidente Jimmy Morales como candidato a diputado. 

El candidato de Podemos no fue el único que se promovió antes del inicio de la campaña pero sí el único al que se aplicó la más drástica de las sanciones y aunque pagó las multas impuestas, eso no le eximió del examen de idoneidad al que lo sometieron los magistrados electorales. 

Podemos fue la primera fórmula en ser excluida por el tribunal electoral porque invalidó uno de los requisitos que presentó el candidato a la vicepresidencia, Jordán Rodas, ex procurador de Derechos Humanos que tenía todo en regla pero cuando lo proclamaron candidato, el tribunal inició una investigación penal por su administración de fondos públicos. 

La líder indígena Thelma Cabrera dijo sin vueltas: “Estamos gobernados por delincuentes, estamos bajo una dictadura, la no inscripción demuestra que esos criminales violan su constitución, su ley electoral porque en MLP cumplimos con los requisitos”.

La exclusión de Pineda, el favorito, según una encuesta de CID-Gallup, podría favorecer el ascenso del presidenciable Edmond Mulet, un exfuncionario de Naciones Unidas y abogado señalado por participar en adopciones ilegales de niños en los ochenta.