Nacional > Suspensión de la pena
El curioso olvido de un exministro que fue imputado por abordar un avión con un arma
La justicia de Ciudad de la Costa imputó al exministro de Transporte y Obras Públicas, Lucio Cáceres, de un delito de porte y tenencia de armas en lugares públicos, por pretender abordar un avión en el aeropuerto de Carrasco con un arma de colección descargada que había despachado en su valija, según informó La Diaria y confirmó El Observador con fuentes del caso.
Cáceres, cuya defensa fue asumida por el abogado Jorge Barrera, llegó a un acuerdo con la fiscalía por el cual la causa se resolvió a través de la suspensión condicional de la pena, un instrumento del nuevo Código del Proceso Penal que se aplica en los casos en los que los imputados son primarios y responsabilizados de delitos leves.
El beneficio –que dejará de existir cuando se apruebe el proyecto de ley de urgente consideración a estudio en el Parlamento– consiste en dejar sin efecto el juicio a cambio de que el imputado cumpla con determinadas condiciones, como firmar en la comisaría más cercada de su casa todas las semanas durante 90 días, como se acordó en esta ocasión.
Según indicaron las fuentes, el exjerarca de los gobiernos colorados de Julio María Sanguinetti (1995-2000) y Jorge Batlle (2000-20005) había olvidado que había puesto el arma en la valija. El descuido ocurrió este verano. Cáceres estaba en su casa de descanso en un balneario del este cuando decidió restaurar un arma de colección que pertenecía a su abuelo cuando volviera a Montevideo, y para no olvidarse ese mismo día guardó la pistola en su valija.
Sin embargo, no sabía que días después iba a recibir un llamado para realizar un asesoramiento par una empresa en el exterior. Guardó la ropa en la misma valija –la misma que iba a usar para regresar a la capital– y fue directo hasta al aeropuerto sin reparar que tenía el arma en la maleta desde hacía días, según lo declaró ante el fiscal Maximiliano Sosa.
La justicia no había fijado fecha de audiencia hasta este miércoles debido a la postergación de todas las instancias judiciales que no fueran de urgencia en el marco de la emergencia sanitaria.
Cuando fue a subirse al avión, las autoridades le avisaron que había "un problema". No supo de qué se trataba hasta que le dijeron que se trataba del arma. En ese momento, adujo que tenía licencia para portarla, pero tampoco se dio cuenta que el permiso estaba vencido.
