Vargas Llosa recibirá la tradicional espada y el traje de académico a los 86 años

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El escritor peruano Mario Vargas Llosa ingresará a la Academia Francesa

El político ultraliberal y novelista, que en marzo cumplirá 87 años, ocupará el sillón número 18 del organismo que vela por el buen uso de la lengua gala, el que dejó vacante su predecesor Michel Serres, fallecido en 2019
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07 de febrero de 2023 a las 05:00

Quizás no se trate, como podría suponerse, de un guiño a la dramática situación que vive Perú, pero la cuestión es que la Academia Francesa honrará al escritor Mario Vargas Llosa como su nuevo miembro. La ceremonia se llevará a cabo este miércoles, y será así la primera vez que un autor que no escribe en francés ingrese en la institución fundada en 1635.

Vargas Llosa recibirá la tradicional espada y el traje de académico a los 86 años, lo que es otra excepción más dentro de la Academia, ya que marca que los candidatos a integrarla deben tener menos de 75.

La cuestión es que Vargas Llosa se permite ciertas prebendas. Entre ellas, la de invitar al rey emérito español Juan Carlos I para su asunción como académico. El ex monarca español, que vive desde 2020 en los Emiratos Árabes Unidos, de aceptar el convite, iría acompañado, según destaca el diario español El País, por su hija Cristina. 

A pesar de los escándalos fiscales en los que se vieron inmersos tanto Juan Carlos I como su hija, Vargas Llosa puso un manto de cariño al afirmar en una entrevista a El País que le había cursado la invitación porque "siempre fue muy cariñoso conmigo, de modo que pensé que, como está de capa caída en los últimos tiempos, de repente esta invitación le venía bien".

Nada opinó sobra pendiente demanda ante la justicia británica por acoso que arrastra Juan Carlos I presentada por su ex amante, la empresaria germano-danesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein-Sayn.

El premio Nobel de Literatura 2010, también se transformó en el primer extranjero vivo en ingresar al catálogo de la colección La Pléiade de la editorial Gallimard, en 2016.

Justamente, la casa matriz de Gallimard será el sitio en que se llevará a cabo el miércoles la entrega de uno de los símbolos máximos de la Academia Francesa. Allí no le darán una lapicera, ni siquiera una pluma. Le darán la espada diseñada individualmente para cada nuevo miembro de la institución.

Al día siguiente, el jueves, se procederá a la ceremonia central de "instalación", en la sede de la Academia, frente al museo del Louvre, en la orilla izquierda del Sena. La legendaria rive gauche que supo albergar lo más granado de la intelectualidad en tiempos en los cuales Vargas Llosa deslumbraba con Los Jefes y Los cachorros, allá a fines de los ’50, cuando no era liberal y descollaba junto a Gabriel García Márquez brindando al mundo entero el “boom latinoamericano”.   

Ahora, Vargas Llosa vestirá el traje de paño azul oscuro o negro, bordado con ramilletes de olivo en verde y dorado, y la flamante espada, y la emprenderá con su discurso de elogio a su predecesor, Michel Serres (fallecido en 2019). Luego, ataviado para la ocasión, ocupará el sillón número 18, el mismo que ocupó otro pensador liberal, pero del siglo XIX, Alexis de Tocqueville.

La Academia Francesa que cobijará el escritor peruano fue fundada en 1635 por el cardenal Richelieu (el ministro por excelencia de Luis XIII). Entre los fundamentos de su atención está el de velar por el buen uso de la lengua gala.

Vargas Llosa, miembro de la Real Academia de la Lengua española desde 1994, que también cuida el idioma, pero español, hará los honores. Habla francés con precisión desde que adoptó en 1959 a París como su ciudad. Allí trabajó como traductor, profesor y periodista.

Hubo otros casos en la Academia de escritores en lengua española a los que le concedieron el honor de ser sus miembros. Fue el del cubano José María de Heredia, nombrado en 1894, un año después de que adoptara la nacionalidad francesa. Y el del argentino Héctor Bianciotti (fallecido en 2012), que comenzó escribiendo en español y se pasó al francés. Suerte contraria corrió el escritor español Jorge Semprún (que fue ministro de Cultura de su país). Su candidatura a uno de los mullidos sillones de la lengua francesa fue rechazada en 1995.

Quizás también tuvo que ver en la designación de Vargas Llosa que en 2004 publicara La tentación de lo imposible, ensayo sobre Los Miserables, de Víctor Hugo, y en 2006 La orgía perpetua, esta vez un estudio sobre Madame Bovary, de Gustave Flaubert.

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