Para eso, la deportista de Flores hizo una preparación especial para correr en la altura y, a pesar de la aclimatación, tras la prueba tuvo que ser asistida con oxígeno por un integrante de la delegación uruguaya y por su novio, el también atleta Eduardo Gregorio.
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"Desde un primer momento salí por el "todo o nada", una carrera arriesgada dejando todo desde el primer metro, pero es lo que me sale cuando me paro en una línea de largada representando a Uruguay", agregó.
La trinitaria indicó que para lograr la medalla "fueron casi dos meses de preparación en la altitud y muchísimos más de trabajo duro". "Luchando varios meses con una lesión terca que supimos superar", señaló.
"Agradezco a todos por el apoyo que recibí especialmente a Seba, mi familia, mi novio, amigos y al excelente equipo de trabajo que hay detrás de todos mis resultados: Claudia Rivero, Carlos Maria Servian, Daniel Zarrillo, Anna Karina, Francisco Albisu. ¡Sin ellos nada de esto sería posible!".
"Los que me conocen saben que el 2017 fue un año duro, pero que me impulsó a ir por más, esta medalla es sólo el comienzo de lo que será un gran 2018", agregó Pía.
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