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El FA confirma a sus candidatos y cierra un proceso de autocrítica de casi un año
El Frente Amplio cerrará este domingo un nuevo Congreso en el que habilitará la tres candidaturas que competirán en diciembre por presidir la fuerza política, a la vez que cerrará un proceso con la aprobación de un documento de balance, evaluación perspectivas y autocrítica que venía circulando en la interna a partir de la derrota en las últimas elecciones y que se discute formalmente desde octubre del año pasado.
"Corresponde hacerlo y asumir, hacia adentro y hacia afuera de la fuerza política, la responsabilidad del camino recorrido", aseguró este sábado uno de los actuales coordinadores, Ricardo Ehrlich.
“Yo fui intendente y aprendí que un gobernante siempre está apurado. Está con el cronómetro en la mano y tiende a ir lo más rápido posible. A veces hay que escuchar otras opiniones a otra gente. Lo que uno aprende es que el camino más rápido pasa por la gente y la construcción más duradera es la que se hace con la gente. Es un tema sobre el que se va a profundizar”, agregó el exintendente de Montevideo (2005– 2010).
Por un lado Fernando Pereira, Gonzalo Civila e Ivonne Passada quedarán formalmente autorizados a competir por la presidencia, tal como lo había aprobado el Plenario Nacional la semana pasada. Sera en una elección a padrón abierto y adhesión simultánea.
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Este sábado los congresales, divididos en "islas" temáticas, dieron los retoques al documento y le incorporaron una serie de "aportes". Entre la coyuntura internacional, el balance de los tres gobiernos de izquierda, las causas de la derrota y sus consecuencias, el texto apunta al futuro y plantea una serie de acciones que la fuerza política debería emprender si quiere recuperar el gobierno en 2024.
Buena parte de esas tareas están referidas a cambios en la estructura interna y y las tareas que el futuro presidente o presidenta debería emprender. En primer lugar se plantea un fortalecimiento tanto a nivel central como de los comité de base, desgastados luego de tres períodos en los que el partido, se considera, quedó en un segundo plano ante las responsabilidades de gobierno.
El documento hace foco en uno de los problemas que en la interna se vienen advirtiendo hace años: la proliferación de pequeños sectores, con escaso o nulo peso electoral, pero que igual consiguen representación en los organismos internos del Frente Amplio y desde allí inciden en sus políticas. Una propuesta, aún sin definición, plantea exigir un número mínimo de votos para la obtención de un delegado ante el Plenario.
Así, el texto subraya que "en su propuesta político-electoral el Frente Amplio necesita conservar su amplitud evitando la micro-fragmentación que corre el riesgo de desnaturalizarlo como fuerza política”. También allí se advierte que por la “aparición cada vez con más fuerza de proyectos personales que, en la búsqueda de expresión electoral, ponen en riesgo la esencia del Frente Amplio”.
