La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, se ha visto sacudida por una investigación de su antiguo empleador, el Banco Mundial, que la acusa de haber presionado al personal para modificar un informe con el fin de favorecer a China.
Desde escándalos sexuales hasta sorprendentes dimisiones, las altas esferas de ambas instituciones se han enfrentado regularmente a una agitación desestabilizadora.
El 14 de mayo de 2011, el entonces director gerente del FMI y favorito en las encuestas de las elecciones presidenciales francesas, Dominique Strauss-Kahn, fue acusado de violación por una limpiadora del Sofitel de Nueva York y detenido. Dimitió del FMI unos días después.
Ya había estado en problemas en 2008, cuando fue acusado de haber favorecido a una empleada del FMI, Piroska Nagy, con la que había mantenido una breve relación extramarital.
Finalmente fue eximido de esa acusación por el Consejo de Administración del Fondo, que sin embargo le reprochó un "grave error de juicio".
Como directora del FMI, Christine Lagarde fue considerada sospechosa por el Tribunal de Justicia francesa de haber permitido que se organizara un arbitraje fraudulento en 2008, cuando era ministra de Economía en Francia, a fin de resolver el litigio entre Bernard Tapie y Crédit Lyonnais por la venta de Adidas en 1993.
Al término de su juicio, a finales de 2016, Lagarde fue declarada culpable de "negligencia". Sin embargo, fue eximida de pena y reanudó sus actividades al frente de la institución que dirigía desde julio de 2011.
Cuando Paul Wolfowitz asumió la dirección del Banco Mundial en 2005, informó al Consejo de Administración de su relación con una empleada, Shaha Riza.
Siguiendo las recomendaciones del comité de ética, ella fue destinada a otra repartición sin dejar de ser empleada del BM.
Pero la prensa estadounidense reveló en abril de 2007 que Paul Wolfowitz pidió personalmente importantes aumentos de sueldo y ascensos para su novia. Debió dimitir en junio.
Tras su llegada en 2012 a la dirección del Banco Mundial, Jim Yong Kim puso en marcha un amplio plan de ahorro dentro de la institución. Pero la concesión de bonos a algunos altos dirigentes en 2014, en particular al director financiero, causó un revuelo interno.
Nombrado de nuevo en su puesto en 2016, Jim Yong Kim sorprendió en 2019 cuando anunció su dimisión dos años antes del final de su mandato. Sin dar ninguna explicación, sólo indicó que iba a incorporarse a una sociedad de inversión.
Joseph Stiglitz, economista jefe del Banco Mundial, dimitió a finales de 1999 tras hacer comentarios poco amistosos sobre las políticas de austeridad defendidas por esta institución y el FMI hacia los países en desarrollo.
En la misma posición, a principios de 2018, Paul Romer criticó abiertamente los métodos estadísticos utilizados para elaborar el informe anual Doing Business, que ahora está en el centro de las acusaciones contra Kristalina Georgieva. Se vio obligado a dimitir.
AFP
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