El presidente de PAOK entró armado al campo de juego

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El fútbol griego está en crisis

La suspensión del torneo luego de que el presidente de PAOK entrara a la cancha armado para amenazar a un juez, marca los problemas
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25 de marzo de 2018 a las 05:00

La imagen dio la vuelta al mundo: el presidente del PAOK griego, descontento con una decisión arbitral en el partido ante AEK Atenas, entra a la cancha y se lleva la mano a la cintura donde se ve un arma en su estuche. Rodeado de guardaespaldas busca acercarse al árbitro, no lo logra, pero sí lo hace el director deportivo Lubos Michel, quien le susurra al juez "estás acabado". El escritor griego Nikos Dimou ya lo había advertido: "Haber sido y no ser, ese es el origen de la tragedia de los griegos". Iván Savvidis, presidente del club, deseaba haber sido campeón pero no lo será. Quizá ningún equipo griego sea campeón esta temporada

Por Felipe Fernández
Especial para Referí


La liga griega está suspendida, según dijo el Ministro de Cultura y Deporte Georgios Vassiliadis, que además aclaró: "No se reanudará hasta que haya un marco claro, acordado por todos, para establecer las condiciones y las reglas". Poco importó que Savvidis haya pedido perdón públicamente, el incendio ya estaba creado.

El final de la temporada venía mal barajado, incluso antes del domingo 11 de marzo en el que se enfrentaron el PAOK y AEK, dos de los tres equipos que peleaban por el título. PAOK era líder de la tabla cuando en la jornada 23 enfrentó al Olympiakos. Llegar con chances de campeonar en Grecia y no llamarse Olympiakos es algo novedoso. El equipo del puerto de Atenas lleva ganadas siete ligas consecutivos y 12 de las últimas 13. En esa fecha 23 ardió la primera mecha.

Antes de comenzar el partido y con los equipos en cancha, una serpentina para algunos o un rollo de papel de máquina registradora para otros, hirió al entrenador español del Olympiakos, Oscar García. La Tumba, así se llama el estadio del PAOK, tiene fama de ser un infierno, donde los desbordes de la hinchada no son algo extraño de ver. Pablo García, actual entrenador de la reserva del PAOK, comentó a Radio Marca que ese día la cancha "era una iglesia" y acusó directamente al entrenador García de actuar: "Me pregunto cómo mira a la familia a la cara ese entrenador, luego de fingir esa agresión" dijo el ex volante de la selección uruguaya.

Pero las sospechas no se quedan ahí. Oscar García fue ingresado al hospital con "edema en el labio superior con un traumatismo superficial de la arteria de la mucosa", según los médicos. Quedó una noche en observación ya que tenía náuseas y dolor en el cuello, todo esto con custodia policial. Hospital cuyo propietario es Evangelos Marinakis, presidente del Olympiakos.

Marinakis, dueño de uno de las compañías marítimas más grandes de Grecia, es investigado por una trama de arreglos de partidos. La investigación terminó derrocando al presidente de la federación griega Giorgos Sarris. Fue en el año 2015, mientras todavía no había un nuevo presidente. En 2016 fue suspendida la liga por un sospechoso incendio en la casa de veraneo de un árbitro, suceso por el cual Marinakis también fue investigado.

Al PAOK se le dio por perdido el partido con Olympiakos, y además se le quitaron tres puntos. Su rival ganó los puntos en los escritorios como sucedió en 2008 y 2005. Luego PAOK perdió el partido de la jornada 24 con el Asteras Tripolis que se ubicaba en una intrascendente mitad de la tabla. En la jornada 25, la del domingo 11, se enfrentaba a AEK Atenas que había quedado puntero. Por si faltaban giros a esta trama, a PAOK le devolvieron los puntos de sanción, por lo que la tabla quedó: AEK 54 puntos, Olympiakos 53, PAOK 52. Y allí ardió la mecha.

Un domingo cualquiera

El partido estaba 0-0 y transcurrían los descuentos. El empate favorecía al AEK visitante. En los descuentos Fernando Varela, zaguero del PAOK, cabecea y convierte. El árbitro concede el gol, aunque luego lo anula a instancias del línea, Savvidis entra a la cancha, y Lubos Michel hace su amenaza. Los árbitros se van al vestuario, pero horas después, en el acta, el gol es validado.

Anécdotas de uruguayos

Al uruguayo Rubén Darío Delgado le dicen Látigo. Jugó en el Ionikos Nikea del 2001 al 2003 y cuenta que es común ver a los presidentes de los clubes con guardaespaldas y portando armas.

Delgado jugaba en Rentistas cuando el Mudo Montero Castillo le consiguió el pase al Ionikos. Fue una buena temporada deportiva por lo que los problemas para cobrar no aparecieron. Problemas que sí tuvo Nico Varela. Nació en Piedras Blancas y cuando estaba entrenando en la pre-séptima de Bella Vista, allá por el 2003, le tocó mudarse a Murcia. Tuvo dos pasajes por el fútbol griego, en el Zakynthos y el AE Larisa. Cuenta que para cobrar hay que ganar. Le tocó pasar algunos meses sin que le paguen, nunca más de tres porque sino el jugador queda libre y con eso juegan los dirigentes.

En el Larisa el presidente es Alexis Kougias, protagonista de una historia bien de fútbol griego. En el año 2016 jugaba en ese club Matías Degra, arquero argentino. En su primer partido con el equipo, intentó salir jugando, se sacó un rival de arriba, pero perdió la pelota y terminó en gol, el del empate 2-2. Con la sutileza que caracteriza al presidente Kougias, fue a buscar al jugador, lo cacheteó, el jugador se lo sacó de arriba y el presidente lo amenazó: "Te voy a arruinar la vida". Degra pasó esa noche en vela, atento a cualquier cosa que pudiera pasar, y al día siguiente se rompió el contrato con el equipo.

Ronald Mercenaro, quien fue ayudante de Markarian cuando estuvo al frente de la selección nacional, cuenta que el ambiente en la federación durante su tiempo de trabajo fue muy tranquilo. Siempre atentos a lo que el cuerpo técnico precisara y sin ningún inconveniente. Luego de que Markarian se fue –en buenos términos–, la federación hizo un cambio total del personal relacionado con la selección.

Otro gran problema que enfrenta el fútbol griego son las apuestas: hay mucho dinero detrás de un resultado deportivo. Es un tema delicado de hablar para los jugadores. Delgado cuenta que una vez el entrenador acusó a algunos de sus compañeros de haberse vendido. Nico Olivera es más cauto: dice que todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.

El fuego griego fue un arma inventada por el Imperio Bizantino, utilizada en batallas marítimas principalmente. Un fuego que no se apaga con agua. Algo así como el fútbol griego. Dimou tiene un aforismo al respecto: Los griegos viven ciclotímicamente; en permanente estado de euforia o depresión. Consecuencia: absoluta incapacidad de autocrítica y autoconocimiento.


LOS EQUIPOS

Entre 1919 y 1922 se desarrolló la guerra greco-turca, un conflicto derivado de la primera guerra mundial, que tiene ramificaciones en el fútbol. Los griegos buscaban recuperar los territorios vinculados al antiguo imperio Bizantino, mientras que el Movimiento Nacional turco defendía lo que poco antes era el Imperio Otomano.

Kemal Atatürk (hincha del Fenerbahçe), que logró vencer a los griegos en Anatolia y estos tuvieron que rendirse. Hubo un intercambio de población, que en realidad escondía una selección étnica. Los turcos mandaron a los griegos y armenios de Anatolia y los griegos expulsaron a su población musulmana y la enviaron a Turquía. En esos desplazamientos es que los turcos son acusados de genocidio y limpieza étnica por parte de los armenios.

Se estableció que un ortodoxo en Anatolia equivalía a un griego y un musulmán en Grecia a un turco, cosa que obviamente no era así. A Grecia llegaron más de un millón de refugiados, que por más que eran ortodoxos, se sentían más turcos que griegos. Por lo que, a la hora de simpatizar por un equipo, escogieron el AEK Atenas. AEK significa 'Athlitiki Enosis Konstantinoupoleos'. O sea, Unión Atlética de Constantinopla.

Además, entre aquellos refugiados que llegaron a Salónica fundaron el PAOK en 1926. PAOK son las siglas en griego para Club Atlético Pantesalónico de los Constantinopolitanos. Es que la mayor parte de ellos venían del barrio Pera, Beyoglu para los turcos, y tenían un equipo llamado Hermes. En el escudo eligieron poner el águila bicéfala, símbolo de la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla y del Imperio Bizantino.

LAS CIFRAS

16 equipos disputan la Súper Liga griega. AEK Atenas, Olimpiacos y Atenas son los tres equipos grandes de esa competencia.

44 puntos de diferencia había entre el primero y el último tras la disputa de la fecha 24. Hasta ese momento se habían jugado 72.

6 equipos son de Atenas, los otros 10 están distribuidos en el resto del país.

3 meses es lo máximo que un club le puede deber a un jugador antes de tener que dejarlo libre.

ANÉCDOTAS

Para cobrar hay que ganar
El uruguayo Nicolás Varela tuvo dos pasajes por el fútbol griego, en el Zakynthos y el AE Larisa. Cuenta que para cobrar hay que ganar. Le tocó pasar algunos meses sin que le pagaran, nunca más de tres porque, si no, el jugador quedaba libre, y con eso juegan los dirigentes.

La amenaza
Matías Degra, arquero argentino, jugaba en 2016 en Larisa. En su primer partido con el equipo recibió un gol insólito. El presidente lo fue a buscar, lo cacheteó, el jugador se lo sacó de arriba y el presidente lo amenazó: "Te voy a arruinar la vida". Degra pasó esa noche en vela, atento a cualquier cosa que pudiera pasar, y al día siguiente se rompió el contrato con el equipo.

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