Queremos creer que el ascenso del mar, que ya está ocurriendo, será un proceso gradual y casi imperceptible

Opinión > OPINIÓN

El glaciar apocalíptico

¿Verán playas nuestros nietos? ¿resistirá la rambla de Montevideo y la de Piriápolis?
Tiempo de lectura: -'
10 de septiembre de 2022 a las 05:03

Para muchos la Expo Prado es un viaje a las tradiciones ganaderas. Pero una mirada más detallada muestra también que es un viaje al futuro. En esta edición, en la propia entrada se ve un muestrario de vehículos eléctricos, que esperemos lo antes posible sustituyan masivamente a los que todavía tienen motor de combustión.

También este viernes pudo verse al ministro de Ambiente mostrando fotos de Costa Azul, en Rocha donde padrones construidos legalmente ya están bajo las aguas del mar. Un paisaje no muy distinto al devastador que puede verse en una caminata desde Valizas o Aguas dulces. Paisajes apocalípticos de casas caídas y en el caso del balneario ubicado más al este la agonía de un pueblo que poco tiempo atrás era una perla de Rocha con abundancia de arena blanca que hoy ya no está.

¿Verán playas nuestros nietos? ¿Resistirá la rambla de Montevideo y la de Piriápolis? Hasta donde avanzará el océano y el estuario sobre territorio uruguayo? ¿Se inundará el estadio Olímpico de Rampla Juniors?

Queremos creer que el ascenso del mar, que ya está ocurriendo, será un proceso gradual y casi imperceptible. Las propiedades frente a la costa todavía son las de más valor en el mercado inmobiliario y la población psamófila, una maravilla botánica de cactus y otras plantas adaptadas a los vientos extremos la mínima materia orgánica de los arenales y el salitre ha sido casi erradicado por el sector inmobiliario deseoso de vender terrenos “limpios”.

Un buen argumento para una película distópica de ciencia ficción es el de un súbito ascenso del mar de digamos, tres metros. Obligaría a emigraciones masivas de las ciudades costeras, arruinaría buena parte de las plantaciones de arroz, generaría un caos de millones de refugiados en poco tiempo y una disparada en el precio del más básico de los granos. Seguramente a algún escritor de ficción ya se le habrá ocurrido.  

Es un escenario mucho más probable de lo que queremos creer. Eso afirma un estudio publicado este lunes por la revista Nature Geoscience, que puede ubicarse en su web.

Muy pocos conocen al glaciar Thwaites, de difícil nombre que homenajea al científico Fredrik T. Thwaites. Pero si su interés es que las generaciones futuras puedan disfrutar de la playa y la rambla, debería conocerlo. Su colapso provocaría un ascenso súbito del nivel del mar que nos golpeará directamente como a todas las naciones que tienen el privilegio de contar con costas oceánicas. Muchos lo llaman el Doomsday Glaciar, es decir el glaciar del apocalipsis.

Y el estudio mencionado afirma que el glaciar al derretirse se está sosteniendo “con sus uñas”, uñas que son cada vez más delgadas. Hasta ahora se proyectaba que su colapso estaba a décadas de distancia. Pero eso ahora está a debate. 

Investigadores de la Universidad de Boulder, Colorado, ya habían presentado en diciembre imágenes satelitales que daban a entender que el glaciar podía colapsar en un período de tres a cinco años ().

Los resultados del informe presentado este lunes tuvieron amplia difusión en los medios del hemisferio Norte, que acaban de pasar un verano tórrido, el más cálido desde que hay mediciones en Europa y partes de China.

CNN por ejemplo da cuenta de que “Thwaites realmente se está agarrando con las uñas, y deberíamos esperar ver grandes cambios en pequeñas escalas de tiempo en el futuro, incluso de un año al siguiente, una vez que el glaciar retroceda más allá de una cresta poco profunda en su lecho”, dijo Robert. Larter, geofísico marino y uno de los coautores del estudio del British Antarctic Survey, dijo en un comunicado. 

Las playas uruguayas están en retroceso desde hace tiempo y no solo por el ascenso del nivel del mar sino también y en mayor proporción hasta ahora por una voracidad inmobiliaria que parcela lugares que donde no debería construirse. 

Pero lo que estamos viendo es solo un tímido comienzo de algo que puede ser mucho más grave, salvo que a la mayor velocidad posible se produzcan transformaciones profundas en lo cultural y tecnológico. 

Que estos temas hayan llegado a la expo Prado es una señal de que hay cambios veloces ocurriendo en todos los planos. 
Pero que se llegue a tiempo para evitar un colapso es todavía más que dudoso.
 

    Comentarios

    Registrate gratis y seguí navegando.

    ¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

    Pasá de informarte a formar tu opinión.

    Suscribite desde US$ 345 / mes

    Elegí tu plan

    Estás por alcanzar el límite de notas.

    Suscribite ahora a

    Te quedan 3 notas gratuitas.

    Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

    Esta es tu última nota gratuita.

    Se parte de desde US$ 345 / mes

    Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

    Elegí tu plan y accedé sin límites.

    Ver planes

    Contenido exclusivo de

    Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

    Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

    Cargando...