El mayor grupo disidente de las FARC anunció una tregua de fin de año en Colombia

"Escuchando a las comunidades y los procesos organizativos, el Estado Mayor Central de las FARC declaran cese unilateral del fuego hasta el 2 de enero de 2023", señaló en Twitter el Alto Comisionado para la Paz.

Esta tregua se suma a la anunciada la semana pasada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida del país, que lleva adelante negociaciones de paz con el gobierno colombiano en Caracas, la capital venezolana.

Ambas organizaciones se comprometieron a cesar los ataques contra la fuerza pública hasta el 2 de enero. Según el presidente de Colombia, Gustavo Petro, otras estructuras ilegales, como la disidencia de las FARC Segunda Marquetalia, paramilitares de la Sierra Nevada de Santa Marta y bandas del puerto de Buenaventura, el más importante sobre el Pacífico, también han declarado el cese al fuego.

"Esperamos que se consoliden verdaderos procesos de Paz", tuiteó Petro después del anuncio del Estado Mayor Central de las FARC y a pocas horas de que el grupo liberara en el paso fronterizo de Rumichaca a cuatro jóvenes ecuatorianos que mantenía como rehenes.

"Saludamos el gesto humanitario del grupo armado al entregarnos a estas personas para que puedan reencontrarse con sus familias", expresó Michele Arisi del Comité Internacional de la Cruz Roja ((CICR), según la agencia de noticias AFP.

Pese a los acercamientos Petro reiteró que la presión militar "no cesa mientras no haya realmente una voluntad de negociación", en una clara referencia a varios ataques concretados por los grupos contra la fuerza pública en la región de Cauca, ofensiva que dejó a varios militares heridos y llevó al gobierno a pedir "una demostración en la práctica" de buena voluntad por parte de los rebeldes.

La liberación ocurrió en una zona rural donde opera la Segunda Marquetalia, una facción disidente liderada por Iván Márquez, el exnúmero dos de las FARC, organización cuyos integrantes se desmovilizaron en su inmensa mayoría en 2017 para convertirse en partido político tras firmar el acuerdo de paz.

Algunos disidentes, sin embargo, se rearmaron en regiones donde el Estado tardó en llegar luego del pacto. Sin un mando unificado, según los analistas colombianos, estos grupos suman unos 5.200 miembros que se enfrentan entre ellos para financiarse, principalmente, mediante el tráfico de droga.

En septiembre pasado, el comisionado de paz, Danilo Rueda, se reunió en el departamento sureño de Caquetá con delegados del Estado Mayor Central de las FARC para explorar una eventual negociación, que no se ha iniciado oficialmente. Según Rueda, Márquez, quien negocia con el gobierno desde La Habana, Cuba, también está interesado en participar de los diálogos de paz que propone Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia.