El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), tiene listo un proyecto de decreto que reconoce a los generadores de energías renovables la capacidad de suministrar potencia firme de largo plazo para garantía de suministro.
El cambio busca fomentar el funcionamiento de un mercado de contratos mayoristas de energía eléctrica y, además, pretende contribuir a superar una “barreras de entrada” que hoy tienen muchas inversiones como el precio de la energía, apuntó este martes el ministro Omar Paganini.
Hace 20 años que Uruguay cuenta con un marco regulatorio que habilita a que exista un mercado mayorista de energía eléctrica en el que puedan celebrarse contratos de compraventa entre un consumidor privado y un generador privado en cualquier parte del país.
Pero hasta ahora en los hechos eso no ha ocurrido y solo han existido contratos regulados con UTE. Una de las razones por las que ese mercado no se ha desarrollado pasa por la dificultad que implica para los productores privados contar con potencia firme.
La reglamentación vigente reconoce que ese respaldo solo puede darse con generación térmica, lo que lleva a que, por ejemplo, nuevos generadores privados que vayan a ingresar al sistema tengan que invertir en instalar máquinas diésel para cumplir con ese requisito.
Ahora el Poder Ejecutivo apunta a certificar la capacidad de respaldo de potencia firme que poseen las energías renovables, hoy con alta participación en la matriz eléctrica.
La actualización que se promueve desde el gobierno implica, por ejemplo, que a una granja eólica o solar fotovoltaica que realice un contrato de suministro para venderle energía a un gran consumidor se le reconocerá como potencia firme una parte de su generación. El resto de la firmeza, en caso de necesitarse, podría cubrirse contratando con otro privado o incluso comprándole potencia a UTE. Esto según lo que se negocie con el consumidor en función de sus requerimientos.
Paganini expresó durante un taller con periodistas que la modificación podría ser “de interés sobre todo para nuevas inversiones”.
“Cuando vienen inversiones como un data center o una inversión de hidrógeno verde con necesidades grandes de energía, lo que pasa es que las tarifas de UTE te dejan fuera de mercado. (…) La viabilidad de esto viene dada por generar un marco donde si conseguís energía más barata, adelante”, explicó.
“Es permitir que los nuevos precios de las renovables que son bajos sean usados por las grandes inversiones y no se tenga que ser rehén de una tarifa que es cara. Para eso tiene que funcionar el mercado”, añadió. Paganini apuntó que la nueva reglamentación insumió dos años de consultas con los diferentes actores del mercado eléctrico, como UTE, la Administración del Mercado Eléctrico, Ursea y los generadores privados.
El procedimiento matemático para determinar los porcentajes reconocidos de firmeza en cada tecnología tomará como referencia el 1% de lo que se conoce como “horas críticas”, es decir, las horas en que el sistema eléctrico fue “exigido” en el año. En ese 1% se observa cómo participaron cada una de las fuentes de generación. Por ejemplo, si de los 2.000 MW de eólica participaron 500 MW en las horas críticas, se reconoce un 25% de firmeza. El nuevo mecanismo que podría regir ya en 2022 reevaluará los valores reconocidos de firmeza anualmente.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá