El mercado lanero australiano logró estabilizarse esta semana, aunque se esperará por más señales de consolidación luego del fuerte ajuste del último mes y medio.
En la plaza doméstica también se aguardará a que haya referencias más estables y claras de la demanda externa.
El Indicador de Mercado del Este (IME) cerró este jueves en US$ 9,31 por kilo base limpia, ganando 0,65% o seis centavos en la semana, básicamente por un descenso del dólar en el último día. En la divisa australiana el IME terminó en AU$ 13,65 por kilo, cediendo 0,7% en la semana.
En lo que va de la zafra 2019/2020 –que comenzó en julio y que tuvo tres semanas de receso–, el indicador retrocede 22,3% y sigue en mínimos desde mayo de 2016.
En las últimas semanas los productores en Australia retiran parte de la oferta prevista de los remates e, incluso, con un menor número de fardos la comercialización ha sido baja, aunque semana aumentó vendiéndose algo menos del 90% de la oferta.
El volumen de lana comercializado en lo que va de la zafra 2019/2020 está por debajo de igual período del ciclo anterior. Se estima que el volumen de stocks en poder de los compradores es limitado, lo que podría generar luego alguna reactivación, cuando tengan que reabastecerse.
En Australia las condiciones climáticas siguen desafiantes para la producción ovina, lo que debería consolidar la menor oferta de lana. Las proyecciones para setiembre-noviembre apuntan a lluvias por debajo del promedio en buena parte del territorio.
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