El modelo del éxito del Guti

Guti, como lo apodó el técnico de la selección nacional Héctor Núñez durante la Copa América de 1995, contó a Referí que durante su ciclo como técnico albo "no le dedicaba más de una semana de trabajo" al clásico. Dijo que el tiempo adecuado para la preparación depende de los momentos del equipo y cuando él estuvo al frente de Nacional "se dio que veníamos peleando el campeonato, entonces eran importantes todos los puntos, así que jugábamos sin margen de aflojar en los encuentros previos y había que poner siempre lo mejor". No había lugar para las especulaciones o reservar futbolistas para ese juego tan especial.

En esa semana previa las charlas con los jugadores eran generalmente individuales y dependían del temperamento de cada uno: "Siempre hay que tener en cuenta el plantel que tenés, si hay jugadores de carácter temperamental, más técnicos o un mix de los dos. Yo trataba de hablar personalmente con cada uno; a los que tenían carácter fuerte les sacaba un poco la atención porque si los incentivaba mucho corría el riesgo de que los echaran enseguida, y a otros los incentivaba un poco más, para que tuvieran un desempeño mejor", expresó el entrenador.

Agregó que en general todos los integrantes del plantel quieren jugar el clásico, por lo que no necesitan una inyección extra de ánimo, pero su tarea era "leer en la semana cómo estaban, no pasarlos de rosca y motivarlos un poco más a los que veía apagados".

Tampoco era cuestión de "tensionarlos durante semanas antes porque el partido anterior al clásico también vale tres puntos. Además, la capacidad de atención del ser humano es de 30 minutos, así que no valía la pena machacarles durante más tiempo".

Los hinchas y los periodistas en sus crónicas siempre tienen en cuenta las estadísticas personales de los jugadores antes de los clásicos. En ese sentido, Gutiérrez expresó que ese no es un dato relevante para él: "Trataba de poner a los que estaban mejor en ese momento o a los que se adaptaran a la estrategia que pensaba plantear. Eso sí, si había dos jugadores de rendimiento parejo, me fijaba en otros indicativos, como pueden ser la experiencia o las estadísticas".

Gutiérrez se hizo cargo del plantel principal después del clásico que Nacional perdió 5-0 por el Clausura 2014, que coronó una racha negativa que venía de atrás: de los últimos seis partidos Peñarol había ganado cuatro. Con el Guti se cambió el rumbo y Nacional no perdió los siguientes 12 clásicos que incluyeron siete victorias y que además de él involucró a los técnicos que lo sucedieron, Gustavo Munúa y Martín Lasarte.

"Varios futbolistas empezaron una racha como ganadores clásicos y es importante porque veníamos mal. Nosotros siempre tratamos de sacarles el máximo rendimiento y en la charla previa les decía que en los primeros minutos sean cautos, que no se carguen de amarillas porque eso los condiciona todo el partido", recordó Gutiérrez, quien aún guarda las imágenes de su último clásico, cuando Nacional ganó el Campeonato Uruguayo el 14 de junio de 2015: "Fue una locura. Empezamos ganando muy bien, en dos pelotas quietas nos empataron, se paró el juego, después hizo el gol Romero. Por suerte terminó bien. Y es lo que me quedó", dijo.

El técnico señaló que además del trabajo en la semana, también se necesita "suerte" para salir airoso en los clásicos.

En su etapa de futbolista disputó varios partidos contra Peñarol, pero no es lo mismo estar de un lado que de otro: "Como técnico tenés que estar muy tranquilo y analizar todos los indicativos y procesar información en pocos minutos. Como futbolista solo pensás en ganar la próxima pelota", indicó.

Sobre el partido de este domingo, Gutiérrez manifestó que será parejo, aunque "los números indican que llega mejor Nacional". La diferencia en la tabla hace que "Peñarol se juegue muchísimo porque Nacional tiene la ventaja de dos puntos y eso hace que Peñarol no tenga opciones porque no le sirve el empate".
Palabra de un DT campeón.

4 VICTORIAS Y UN EMPATE