Benedicto XVI, que renunciará al papado el 28 de febrero, ofició hoy su última misa multitudinaria, en la que se mostró visiblemente emocionado por el afecto de los fieles y en la que denunció que la división en el clero y la falta de unidad desfiguran el rostro de la Iglesia.
El papa pasó facturas en su última misa
Benedicto XVI denunció la división del clero y la “hipocresía religiosa, el comportamiento de quienes buscan el aplauso y la aprobación del público”