El paquete de Mujica

También gracias a la proyección internacional que tuvo la figura del exguerrillero tupamaro, cuando Vázquez hable de Uruguay en el extranjero, sus interlocutores ya tendrán una idea sobre su ubicación aproximada en el mapa.

Pero Mujica le deja a Vázquez otros varios paquetes, en la acepción más popular y negativa de la palabra. Algunos parecen no ser tan pesados pero, dada la condición de oncólogo del futuro presidente, y su rechazo de todo lo que se fume, la aplicación de la legalización de la venta de marihuana será difícil de digerir para Vázquez quien ya ha dicho que le parece “increíble” que el canabis se comercialice en las farmacias.

Por otro lado, desde la base de Guantánamo llegarán los presos sin condena acusados de terrorismo que Mujica se comprometió a refugiar y a darles trabajo. A Vázquez le quedará la tarea de seguir de cerca el comportamiento de esos árabes a los que la oposición nacionalista dijo querer lejos de las fronteras del país.

En los asuntos vinculados con la educación, la gestión de Mujica no tiene buena nota pese a que invirtió mucha plata. Por ejemplo, en la mitad de los liceos de Montevideo 40% de los alumnos no logró pasar de año en 2013 y los sindicatos de la enseñanza le trancaron las reformas que el presidente intentó llevar a cabo. Vázquez nombró al frente de ese ministerio a María Julia Muñoz para, entre otras cosas, aplicar un poco de mano firme en las negociaciones con los gremios.

Entre los baches de la gestión de Mujica, el futuro presidente se encontrará con un evidente déficit en la recuperación de muchas rutas y caminos del interior que lucen muy deteriorados. Tampoco se ha hecho mucho para arreglar las vía de los trenes de carga. Tan es así que la cantidad de la carga transportada por trenes en 2014 es similar a la de la crisis de 2002.
En los temas estrictamente financieros, el actual gobierno proyecta un déficit fiscal de 3,3% del Producto Bruto Interno (PBI) lo que le deja las manos medio atadas a la administración de Vázquez para expandir el gasto público, sobre todo porque se preve que el crecimiento de la economía se enlentecerá en el próximo quinquenio.

Durante la gestión de Mujica, las relaciones del gobierno uruguayo con su par argentino mejoraron notoriamente si se compara la desconfianza que hubo entre Vázquez y el kirchnerismo.
Sin embargo, ese cambio no alcanzó para solucionar diferendos bilaterales como el del dragado del canal Martín García que es muy importante para que puedan navegar los barcos de gran calado que transportan productos de exportacion. La obra debe contar con el aval del país vecino y, todavía, no hay señales concretas que le aseguren un sí al emprendimiento.
Ese es un tema en el que, en todo caso, la responsabilidad es compartida y si uno no quiere hacerlo el otro no tiene más remedio que aguantarse. No es el caso del lío generado fronteras adentro con los funcionarios judiciales y registrales por culpa de un error legislativo del gobierno y de su bancada parlamentaria al intentar equiparar el salario de los ministros de Estado con el de los senadores. Cuando levantaron la mano, los legisladores dispararon un mecanismo de enganche de los salarios de los ministros de la Suprema Corte de Justicia con el resto de los trabajadores de ese poder del Estado. Unos US$ 60 millones anuales costará el aumento de sueldo. “De dónde vamos a sacar (el dinero), sinceramente, no sé”, admitió el secretario de la Presidencia, Homero Guerrero.

Un negocio que ha sido preocupación de los ambientalistas y que también lo será para Vázquez, es el que rodea al proyecto Aratirí que supone un contrato con la minera Zamin Ferrous para extraer 18 millones de toneladas de concentrado hierro por año a lo largo de casi dos décadas.

El emprendimiento en la zona de Valentines (Treinta y Tres) sigue siendo motivo de evaluación de la actual administración por lo cual será heredado por el próximo presidente.
Otro de los proyectos de los que se habla pero no se concreta es el puerto de aguas profundas en Rocha en donde ya se invirtió dinero en estudios de viabilidad. En donde Vázquez también deberá poner plata será en la puesta en marcha del nuevo proceso penal que tendrá un costo de US$ 25 millones anuales y, si decide seguir adelante con la iniciativa, en el proyecto aéreo de Alas Uruguay. El futuro presidente también deberá aplicar la polémica ley de medios que lanzó al ruedo Mujica, y que se negocia a poco de llegar la Navidad.
En definitiva, el 1° de marzo, Vázquez recibirá muchos regalos y más de un paquete de esos que nadie quiere.