La abolición del Gran Día de Oraciones fue aprobada este martes por el Folketing, el Parlamento de Dinamarca, con 95 votos a favor y 68 en contra. La medida había sido propuesta a fin de 2022 por la nueva coalición de gobierno que encabeza la líder socialdemócrata y primera ministra Mette Frederiksen.
Durante el debate de este martes en el Folketing, ningún diputado de la coalición se presentó en la tribuna para apoyar la reforma. Sí lo hicieron algunos miembros de la oposición, que expresaron su descontento. El Partido Popular Danés (DF), por ejemplo, añadió que, en caso de ganar los próximos comicios, reincorporará el Gran Día de Oraciones.
La resolución legislativa comenzará a regir a partir del próximo año. El llamado Gran Día de Oraciones es una celebración que se realiza el cuarto viernes después de la Pascua de resurrección y se remonta al siglo XVII y unifica a múltiples iglesias y credos cristianos.
El cuarto viernes de la Pascua, las iglesias danesas consagran servicios religiosos especiales y los asistentes a las misas comen un pan dulce llamado varme hveder. Al dejar de ser día feriado, el gobierno estima que la actividad laboral redundará en la recaudación de una cantidad de coronas, la moneda del país, equivalente a € 400 millones.
Lo notable es que el destino de ese dinero servirá para incrementar el gasto militar. El parlamente unicameral danés tomó esta medida para que su gobierno pudiera cumplir con los fondos destinados a Defensa, que deben equivaler al 2% del PIB, según lo pidió la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la cual es parte Dinamarca.
Este país báltico de unos 6.000.000 de habitantes, tiene a la líder socialdemócrata Mette Frederiksen al frente de una coalición encabezada por ella, junto a la principal fuerza de la oposición, el Partido Liberal, y los Moderados, una formación creada en junio de 2022.
En estos primeros meses de cohabitación en el manejo público, Dinamarca rompió con más de cuatro décadas del tradicional relevo de fuerzas de centro izquierda y centro derecha.
Sin embargo, la abolición de esa festividad recogió una importante franja de votos en contra y la oposición de los líderes religiosos y los sindicatos. El Partido Social Liberal fue el único partido de la oposición que alienó su voto con el del gobierno para abolir el día de festividad.
Un cable de AFP consigna que, en una encuesta publicada por la emisora pública de radiotelevisión DR, el 70% de los consultados estaba en contra de la medida.
A fin de 2022, cuando se formó la coalición, el gobierno se comprometió a aumentar el gasto en Defensa para llegar al objetivo del 2% del PIB marcado por la OTAN en 2030.
Al momento de anunciar que propondría esa medida, dijo que, si el parlamento lo aprobaba, los daneses tendrían sólo 10 feriados en 2024, en cambio de los 11 tradicionales. “Tomamos esta decisión con la cabeza alta y sin esconder nada”, manifestó Frederiksen.
El país nórdico se enfrenta a un aumento récord de los precios de la energía y los alimentos, los más altos en 40 años. Para fomentar el empleo, el Gobierno empezó a trabajar en una reducción de la recaudación fiscal equivalente a unos € 670 millones.
Frederiksen espera así mejorar la productividad e incorporar a 45.000 personas al mercado laboral. Según AFP, la reforma impositiva acordada prevé una subida del impuesto sobre las rentas de la clase media, una rebaja para las altas y un recargo importante para las rentas anuales de unos € 335.000 euros.
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