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El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso disolvió el Parlamento
Luego de presentarse ante la Asamblea Nacional, el presidente de Ecuador Guillermo Lasso decretó la disolución del cuerpo legislativo, determinación adoptada un día después de que el Parlamento le iniciara un proceso de juicio político por presunta corrupción.
El mandatario explicó en un mensaje televisado que su decisión obedece a que la Asamblea Nacional busca desestabilizar al gobierno, la democracia y al Estado, oportunidad en la que explicó que gobernará durante seis meses por decreto "para dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado al Ecuador".
El Legislativo unicameral, donde hay una mayoría opositora dispersa, requiere el apoyo de 92 de sus 137 miembros para destituir al gobernante, quien a su vez tiene la facultad de disolver el Congreso y llamar a elecciones generales anticipadas.
Lasso, un exbanquero de derecha que arrastra una alta impopularidad, es señalado por supuesto peculado en el marco de un contrato para el transporte de petróleo suscrito antes de que asumir su cargo hace dos años.
La Asamblea, que eligió el domingo pasado nuevo presidente y dos vices para completar el actual período constitucional de cuatro años, debía fijar antes de este fin de semana la fecha para el juicio.
La oposición liderada por el movimiento de izquierda Revolución Ciudadana, del expresidente Rafael Correa (2007-2017) radicado en Bélgica, acusa a Lasso de peculado en el manejo de la estatal Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) mediante contratos celebrados entre 2018 y 2020.
Se le atribuye a Lasso no haber ordenado bajo su administración la culminación de un acuerdo entre Flopec y el grupo internacional Amazonas Tanker, el cual resultaba lesivo para los intereses estatales y dejó pérdidas por más de US$ 6 millones a la empresa ecuatoriana.
El pasado 30 de marzo la Corte Constitucional de Ecuador aprobó la solicitud de la Asamblea Nacional para proceder con el juicio político. Esta medida, inédita en la historia reciente del país, podría haber derivado en el cese de Lasso, que hubiera sido en ese caso reemplazado por su vicepresidente, Alfredo Borrero.
Por otro lado, el martes 18 de abril fue detenido Danilo Carrera mientras trataba de huir del país. Carrera, cuñado del presidente, es su hombre de confianza en la gestión de las empresas estatales ecuatorianas, empresas que controlan el 50% del presupuesto público.
La detención complica la situación de Lasso, quien decidió activar lo que se conocen en Ecuador como “muerte cruzada”, que supone la automática convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas.
En este caso, la Asamblea debería ser inmediatamente disuelta y se convocarían a elecciones legislativas y presidenciales en un plazo máximo de 6 meses, un período en el que Lasso gobernaría por decreto. Sin embargo, algunos analistas jurídicos apuntan a que la Corte Constitucional podría impedir la aplicación de este procedimiento por la falta de las causales que establece la ley.
(Con información de agencias)
