El republicano DeSantis arranca campaña a la Casa Blanca a la sombra de Trump

DeSantis, de 44 años, se refirió a su contrincante, pero no lo mencionó ni en una oportunidad. Su discurso estuvo plagado de semejanzas y diferencias con “el otro candidato”. O recursos nada metafóricos: “Los Estados Unidos necesita un presidente vigoroso, capaz de cumplir dos mandatos”, dijo en referencia al septuagenario Trump que, por razones constitucionales, sólo podrá ejercer un mandato más. “El liderazgo no es diversión. Es resultados”, señaló.

Sin criticarlo de manera explícita, se refirió a los problemas judiciales que atraviesa Trump y apuntó a algunos asistentes que expresaron su cansancio por el caos, los escándalos y las demandas.

Sus adeptos lo siguen. “Creo que es demasiada carga para Trump, prefiero a DeSantis”, dijo a la agencia de noticias AFP Kathy Leinenkugel, una epidemióloga de 67 años. Por su parte, Martha Burch, jubilada, también terció al definirse: “Quiero opciones. Están pasando muchas cosas con Trump. No sabemos qué ocurrirá con sus asuntos legales”.

Luego del discurso, DeSantis habló con los medios y fue más directo. Al ser consultado sobre el reciente ataque de Trump en las redes sociales, señaló: “Voy a devolver el golpe”.

Claro que, en tren de sumar adeptos, trató de congraciarse con los votantes trumpistas al vocear su eslogan “Nuestro gran regreso estadounidense” que rememora al mantra repetido por Trump una y mil veces Make America great again (“Hagamos nuevamente grande a los Estados Unidos”).

También hurgó entre el padrón de los votantes religiosos que había conquistado Trump durante su mandato. Ni lerdo ni perezoso, DeSantis se retrató en la iglesia evangélica Eternity Church, de Clive, una pequeña ciudad del Medio Oeste, bajo un retrato gigantesco de Jesucristo.

Católico practicante, en las últimas entrevistas destacó sus medidas conservadoras: prohibirá debatir la identidad de género y la orientación sexual en las escuelas y bloqueará la financiación de iniciativas para promover la diversidad en las universidades públicas.

Como no alcanza la notoriedad de Trump en todo el país, lo que lo convierte aparentemente en el favorito republicano, DeSantis busca hacer centro en su eficacia a la hora de la gestión y la contrasta con la reputación de inercia legislativa del expresidente. 

Su presencia en Iowa se constituye en la segunda visita este mes al estado que juega un papel destacado: es el primero en votar en las primarias del Partido Republicano, lo que otorgaría un fuerte impulso al que triunfe allí. Y es el inicio de una gira de cinco días a otras ciudades de Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur.

Por ahora, las encuestas colocan a DeSantis detrás de Trump, quien se apresta a lanzar su propia campaña, también en Iowa, esta semana.