En Uruguay el comienzo y el final de la vida venían midiéndose de cerca, como esos boxeadores que mueven su cuerpo en péndulo antes de salir al ataque del oponente. En los últimos dos años —consecuencia de la emergencia sanitaria del covid-19— la mortalidad arremetió y, por primera vez desde que hay registros, los fallecidos superaron a los nacidos vivos. Salvo una excepción: el triángulo más al norte del país.
Artigas, Salto y Rivera comparten algo más de los 40 grados a la sombra en pleno enero o que parte de su población suele llenar la heladera con productos binacionales. Son los únicos tres departamentos de Uruguay en los que el año pasado nació más gente de la que murió.
De hecho, estos tres departamentos siempre gozaron (y gozan) de un crecimiento vegetativo positivo, como le llaman los técnicos a las poblaciones en que la natalidad supera a la mortalidad.
No es extraño si se tiene en cuenta que, al menos el último año, fueron los tres departamentos que, en relación al tamaño de su población nacieron más bebés. Y son de los departamentos con menor cantidad de población adulta mayor. Se supone que las muertes crecen en las sociedades más envejecidas.
Pero sí es extraño si se considera que en Uruguay no hay grandes diferencias territoriales, y, sobre todo, que el último año hubo a escala país una diferencia de más de 7.000 muertos más sobre la cantidad de nacidos. Es decir: el contraste fue tal que debió notarse en todo el territorio.
Entonces, ¿a qué se debe esta curiosidad norteña?
“Es histórico: ya en el censo de 1963 se veía, sobre todo en Salto, altas tasas de fecundidad en comparación al resto del país y, como consecuencia, altas tasas de mortalidad infantil que se fueron reduciendo”, explica el economista y demógrafo Juan José Calvo.
Pero, ¿qué hace que la fecundidad sea más alta en el norte?
Artigas, Salto y Rivera son los tres departamentos con mayor porcentaje de población con necesidades básicas insatisfechas. Y la literatura demográfica señala que los más pobres (así como el extremo más rico) son quienes tienen más hijos.
Por ejemplo: la población menos formada suele tener menos consideración sobre el correcto uso de métodos anticonceptivos, suele reflexionar menos sobre cómo afecta la crianza de un hijo a la economía del hogar e incluso suele entender a los niños como parte de un capital. De tener algo propio.
Cuando más al norte, muestran los mapas, mayor el porcentaje de embarazos en adolescentes.
En el extremo opuesto, los más ricos, tampoco realizan tantas ecuaciones sobre costo-beneficio de ser papás y suelen integrar sectores más conservadores en que la imagen de una gran familia sigue siendo un ideal a alcanzar.
Salto es, en ese sentido, “un enigma demográfico". "Es probable que su alta segregación, con una población muy rica y otra muy pobre, se traduzca en una de las zonas con más fecundidad de Uruguay”, dice Calvo. “Si bien el caso merece un estudio en profundidad, como hipótesis de boliche podría pensarse en que Salto existe una mayor predominancia del pensamiento más conservador, sin que suene peyorativo, lo que lleva a un comportamiento reproductivo más parecido al de Uruguay de hace bastantes años atrás”, agrega.
Artigas, Salto y Rivera son, según la encuesta de Género y Generaciones, una de las áreas con más religiosos. En los departamentos fronterizos con Brasil hay un crecimiento de las corrientes evangélicas, mientras que Salto sigue siendo un bastión católico. Recuérdese que allí es donde más hubo objeción de consciencia al aborto, donde el intendente deja que le rindan culto en su despacho, donde una directora habilitó una charla “próvida”, y un largo etcétera.
“Al norte del país la demografía siempre fue distinta al sur: suele ser más pobre, más nacimientos, menor esperanza de vida al nacer, mortalidad infantil más alta. Y si bien en los últimos años tendió a converger todo el territorio, siempre hay ritmos distintos”, concluye la demógrafa Wanda Cabella, quien, insiste, las características de una población “no se alejan” del tipo de desarrollo humano y conjunto de valores que identifican a un territorio.
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