Cichero es un artista digital que creó el primer museo de América Latina en el metaverso

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El artista uruguayo que pasó de quedar desempleado en pandemia a vender cientos de miles de dólares en obras virtuales

Su objetivo era tener un lugar donde exponer sus obras y también invitar a otros artistas a exhibir allí
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12 de abril de 2022 a las 05:03

Florencia Nobelasco - Especial para Cromo

Cichero es un artista uruguayo que creó un museo en el metaverso para el incipiente mundo de obras de arte NFT, el capítulo más reciente de una carrera que comenzó vendiendo una de sus obras a US$ 32 mil, que lo hizo conocido dentro de la comunidad de arte digital. Desde allí ha vendido al menos US$ 200 mil en obras, la mayoría vinculadas a conceptos religiosos.

Todo comenzó por la pandemia del covid-19. Richard Silveira Cichero trabajaba desde hacía más de 10 años en la industria de la publicidad, y en 2015 fundó su propio estudio de diseño gráfico y post producción. 

En marzo de 2020 el mundo se paralizó y Cichero no estuvo ajeno a eso. Las producciones audiovisuales se suspendieron, sus clientes dejaron de contratarlo y casi da a quiebra.

“Fue en ese momento donde estaba más bajo que surge la posibilidad de los NFT”, contó a Cromo. 

El artista llevaba desde 2017 invirtiendo en criptomonedas. Principalmente comprando para almacenar (hold) y haciendo trading. En cuanto conoció los NFT enseguida tuvo la idea de crear una colección de obras de arte. 

Los inicios de Cichero en el mundo de los NFT

Los NFT le permitieron juntar dos mundos que le apasionaban: el blockchain y el arte digital. 

“La primera que creé fue una colección de esculturas digitales basadas en la biblia. Fue como agradecimiento (a Dios) por haberme mostrado esta nueva etapa o esta nueva tecnología. Fui desarrollando esa colección por debajo, tranquilamente, poco a poco, porque sabía que era algo que iba a tomar mucho tiempo”, comentó.  

En paralelo notó que en el mundo de los NFT había un nicho que aún no había sido explotado: el de comida digital. Fue así que pensó en el sushi. Lo eligió por considerarlo elegante y algo por lo que la gente está dispuesta a pagar. 

La colección “fue un éxito. Se vendieron muchísimas piezas y fue ahí que vi todo el potencial de NFT”, dijo el artista quien recaudó más de US$ 100 mil. El sushi más caro lo vendió por US$ 32 mil de forma privada. Sus obras se compran en los marketplace de criptoarte Open Sea, Rarible y Foundation. 

Gracias a esas obras conoció al youtuber español Bruno Sanders, experto en marketing digital, comercio electrónico y emprendeduría. Lo entrevistó para su canal y junto a él lanzó NFT Mistery, un curso sobre emprender en arte digital. También comenzó a colaborar con diferentes organizaciones, una de ellas fue la Asociación de Fútbol Argentina, con la que trabajó en la creación de sus NFT.

En octubre de 2021 lanzó Cichero, la colección inspirada en versículos de la Biblia y por la que también adoptó el apellido materno como su nombre artístico. 

Proceso de creación de obra de arte digital

“Mi inspiración viene en base a que yo siempre fui creyente, desde chico. Sin embargo, dejé de ir a la iglesia a los 15 años. Siempre tuve una conexión con Dios pero un poco apartado de la religión. Sin embargo, hubo algo especial que fue en todo esto del covid, en ese momento yo retomé mi conexión con Dios, mi espiritualidad y mi fe. Ahí aparece frente a mi pantalla de computadora lo de los NFT”, contó Cichero. 

Por esta nueva colección conoció a Euge Oller, otro youtuber español con un millón de seguidores. “Él se enamoró de la colección, le encantaron las esculturas y el mensaje que había por detrás de ellas”, dijo el artista. 

Gracias a la difusión que le dio Oller, esta nueva colección de Cichero llamó la atención de mucha gente. En dos meses vendió más de mil cien unidades de esas obras.

La creación del museo en el metaverso

Cuando comenzó a promocionar sus obras, las vendía “como si fueran un video de la escultura dando vueltas, nada más”, dijo. 

La idea de crear el museo fue la respuesta que Cichero encontró al desafío de cómo mostrarlas mejor. Dado que son esculturas 3D, deseaba que las personas pudieran acercarse a ellas y verlas en un lugar “físico”. 

Museo de Cichero en el metaverso

Al ingresar al museo, el usuario puede escoger hacer el recorrido en 3D o directamente ver una lista de obras. También, podrá optar entre visitarlo con lentes de realidad virtual o desde la computadora. 

En ese espacio del metaverso se puede vivir una experiencia semejante a la de visitar un museo físico. El usuario puede acercarse a las obras, verlas desde diferentes puntos de vista, leer su nombre y descripción. 

El artista opina que el mundo de la realidad virtual está avanzando y es lo que “se viene”. Considera que dentro de dos años va a “ser furor” y la gente tendrá sus lentes que les permitirán pasear por diferentes museos. 

“Hay una experiencia muy diferente entre visitar un museo presencial a un museo 100% virtual. Ambos van a seguir existiendo. No es que uno va a reemplazar al otro. Pero la realidad es que el museo virtual es una muy linda experiencia, en donde se puede trabajar con infinidad de cosas sin tener el problema de la gravedad por ejemplo. Las cosas pueden estar flotando dentro de ese museo”, dijo.

Actualmente el museo tiene las esculturas de su colección pero su idea es que otros artistas también puedan exponer allí. 

Ventas destacadas de la nueva colección

La escultura God Particle que está inspirada en 1 Juan 4:8-9 se vendió en US$ 11 mil, un precio récord de la nueva colección. La obra “nació luego de pasar por diferentes experiencias y darme cuenta que la raíz de todo es el amor, y que esta es la “partícula” que Dios nos regaló”, contó Cichero.

God Particle, obra que vendió en US$ 11 mil

Para él, el amor es lo que diferencia a los seres humanos de todas las demás especies. “Es aquello a lo que asignamos el mayor valor en nuestra vida y lo que permite nuestra evolución como seres humanos. Una vida sin dar y recibir amor no vale de nada”, concluyó. 

A partir de este concepto decidió hacer algo abstracto. Representó a María (forma blanca) embarazada de Jesús (bola de cristal) y a José (forma dorada).

Cuando Elon Musk compró US$ 1.5 billones en bitcoin, Cichero decidió hacer un sushi especial con la temática de Tesla que subastó y se vendió en US$ 10 mil. 

Por otro lado, la mayor venta que realizó hasta el momento fue a un norteamericano. Quien compró US$ 107 mil en esculturas en un solo día. El comprador se convirtió en su mayor coleccionista.

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