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El Vasquito Aguirregaray invitó a pelear a hinchas de Peñarol que le gritaron en el Saroldi
"Vamo' a pelear, la concha de tu madre". Esas palabras le dirigió Matías Aguirregaray a un hincha de Peñarol que apostado sobre la tribuna que da a la calle de 19 de Abril, detrás de uno de los arcos del Parque Saroldi, le gritó algo a la pasada en el partido que el aurinegro jugó ante River Plate por la 14ª fecha del Torneo Apertura.
Aguirregaray fue sustituido, tras otro discreto partido, a los 73 minutos de juego por Ezequiel Busquets cuando el partido estaba 0 a 0.
El Vasquito se fue rumbo al banco de Peñarol, ubicado sobre la tribuna visitante, caminando por detrás de uno de los arcos.
Ahí sus hinchas le gritaron algo a la pasada y el Vasquito no solo mirá hacia un hincha sino que también lo insultó.
El juez Javier Burgos se acercó como para calmarlo o incluso para adoptar alguna medida disciplinaria, si el jugador seguía en su reacción.
Su excompañero, actualmente en River Plate, Jonathan Urretaviscaya, fue a calmarlo, mientras esperaba tirar un córner.
Cuando Aguirregatay llegó a la tribuna visitante donde estaba el grueso de la hinchada, un parcial de campera amarilla también comenzó a increparlo.
El futbolista saltó la estática para seguir caminando bien al lado, tejido mediante, de ese parcial.
Un funcionario de Peñarol, ataviado en chaleco amarillo, fue hasta Aguirregaray, lo abrazó y se lo llevó rumbo a vestuarios.
Los ánimos de los hinchas se enardecieron y varios se agolparon detrás del banco de suplentes de Peñarol y comenzaron darle patadas y golpes al banco.
Los ruidos de los golpes cruzaban todo el Saroldi. Kevin Dawson corrió a pedir calma. El juez Javier Burgos hizo una clara seña de que el juego no se podía retomar de esa manera y pidió la intervención del veedor de seguridad.
Finalmente los ánimos se fueron calmando y se permitió la reinauguración del juego.
Walter Gargano, ausente por una lesión muscular, dejó la cancha a los 85 minutos y se fue acompañado de su esposa Miska Hamsik y de sus hijos.
Al final, la bronca de los hinchas fue indisimulable: "Borompopón, borompopón, estás jugando en Peñarol".
