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En ASSE hay que esperar hasta cuatro meses para acceder a un psiquiatra: 5.000 consultas atrasadas
Uruguay cerró el año 2020 con una tasa de suicidios de 20,6 casos por cada 100.000 habitantes. Junto a Guyana, Surinam y Cuba, es la más elevada de América.
Las cifras indican que, el año pasado y por esta causa, murió un uruguayo cada 14 horas. En medio de este panorama, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) mantenía hasta este viernes un atraso de casi 5.000 consultas de psiquiatría.
El lapso para conseguir cita depende del lugar geográfico. Puede ir desde los 30 días en el algunos lugares del interior hasta los cuatro meses en el área metropolitana. Así lo indican las cifras del organismo a las que accedió El Observador.
“ASSE colabora con el número de suicidios en el Uruguay”, había asegurado el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, al comparecer el mes pasado en el Parlamento para exponer sobre la Rendición de cuentas. “No llegamos a atender a todos los pacientes”.
Eso hace, lamentó, que los pacientes de la institución se transformen en “pacientes de segunda” al tener diferencias con cualquier prestador privado, cuyos usuarios acceden a un psiquiatra antes de 30 días.
“La plata está; el tema de los cargos está”, afirmó Cipriani. Pero, según sostuvo, el problema de fondo es otro.
Un reciente llamado para proveer nueve cargos de alta dedicación para psiquiatría de adultos en la Red de Atención Primaria del área metropolitana fracasó parcialmente. Solo se presentaron cinco médicos.
Y eso que los honorarios, según afirman desde la administración, son similares al sector privado en el que, al contrario, existe ocupación plena. El pago es de $1.285 la hora por una carga horaria de 24 horas a la semana.
El problema es que el llamado implicaba que los cargos de alta dedicación debían ser ocupados por especialistas con título habilitante. Una condición que está prevista específicamente en el convenio suscrito con las gremiales profesionales.
Con todo, el resultado del llamado fue calificado como un “triunfo” por el director de Salud Mental de ASSE, Pablo Fielitz. Es que, en anteriores convocatorias, ningún médico se había presentado.
La explicación del jerarca es que, debido a la plena ocupación que existe entre los psiquiatras de adultos, ningún especialista optaría por dejar el sector público y pasar a ASSE, y enfrentar así “realidades mucho más complejas”.
ASSE cuenta hoy con 290 especialistas para unas 120.000 consultas anuales. Según Fielitz, el organismo ha perdido al 30% de sus profesionales en los últimos 15 años.
El concepto de los cargos de función de alta dedicación en psiquiatría implica que parte de la carga asistencial salga de los hospitales y se haga en el ámbito de las policlínicas y sobre el territorio. Allí, reconocen las autoridades, es donde existe el mayor déficit de horas actualmente.
Según Fielitz, se conversa ahora con las gremiales sobre la posibilidad de modificar el convenio para permitir que, en futuros llamados, puedan presentarse psiquiatras que no cuenten aún con título.
Una de las fórmulas sería permitirles concursar y obtener el cargo, que sería efectivizado una vez se reciban.
Hospitales
Uno de los objetivos de ASSE a corto plazo es trabajar fuertemente en la parte de internación.
En el Hospital Vilardebó, el 70% de los pacientes hoy ingresados han estado internados más de una vez. De esa cifra, el 40% lo hizo el último año.
El primer paso, relató Cipriani en el Parlamento, es abrir 80 camas en el Hospital Pasteur. La intención es que la atención de los pacientes psiquiátricos se realice en hospitales generales. “Tiene que ser así”, dijo.
Una segunda etapa anunciada por Cipriani tendrá lugar en el Hospital Saint Bois. El objetivo es “recuperar” al Vilardebó como hospital judicial.
“No es un hospital que se tenga que cerrar”, sostuvo. “Se necesita un hospital judicial, pero tenemos serios problemas con pacientes que tienen patologías psiquiátricas y, a la vez, problemas judiciales”, señaló. “Hostigan a los demás, y eso no es justo”.
