El pasado 1° de setiembre, la candidata a vicepresidenta Graciela Villar realizó una recorrida de campaña que la llevó por localidades de Canelones, pero que tuvo una particularidad: lo hizo sin la habitual compañía del presidenciable Daniel Martínez.
En ese momento, desde el comando oficialista se transmitió que el candidato se había pedido el fin de semana para desconectarse de la campaña.
Pero en silencio, y sin comunicárselo siquiera a sus asesores más cercanos, Martínez emprendió un viaje relámpago a España, según supo El Observador.
Ante la consulta de El Observador, desde el comando afirmaron que la fugaz salida de Martínez se debió a una “visita a un amigo” por un “tema muy personal”, y que era algo que el candidato tenía “pendiente” desde hace un tiempo.
Martínez estuvo en el radar de su equipo hasta la tarde del viernes 30 de agosto y el lunes 2 de setiembre por la mañana ya estaba de nuevo trabajando en Montevideo, apuntaron fuentes de su comando. El exintendente de Montevideo regresó ese mismo día a las 7 de la mañana en un vuelo de Iberia.
El candidato se había tomado diez días de vacaciones en julio luego de confirmar a Villar como compañera de fórmula. En ese momento viajó junto a su familia a Estados Unidos, donde vive una de sus hijas. También participó en esos días de una reunión del Grupo Progresista Latinoamericano en Puebla (México).
Desde que volvió de esas vacaciones, su viaje relámpago a España fue el único momento en que Martínez estuvo aislado de la campaña electoral, agregaron los integrantes del comando consultados por El Observador.
El lunes, tras arribar a Uruguay, Martínez participó de la jornada con candidatos organizada por el Comité Central Israelita. El día anterior, mientras estaba en España, su cuenta oficial publicó dos mensajes en Twitter hablando de propuestas medioambientales.
Con excepción de la participación del candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, en un foro empresarial en Buenos Aires, en esta campaña los candidatos no tuvieron que hacer la valija. Al menos en las últimas dos campañas electorales hubo viajes de candidatos que marcaron la historia. La visita de Tabaré Vázquez a Estados Unidos en 2004 es recordada, sobre todo, por confirmar a Danilo Astori como su futuro ministro de Economía. En 2009, en tanto, el entonces candidato a la Presidencia, José Mujica, visitó a su amigo Luiz Inácio Lula da Silva.
Las visitas a Buenos Aires han sido habituales por parte de todos los candidatos por el importante caudal de votos que hay en la vecina orilla. En esas visitas, por lo general, también aprovecharon para mantener contactos políticos y reuniones con empresarios.
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