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Encarcelamiento de exconsejeros aísla cada vez más a Puigdemont
Fueron a prisión para evitar riesgo de fuga; pedido de captura del expresidente en suspenso
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03 de noviembre de 2017 a las 05:00
La decisión de la Audiencia Nacional española de encarcelar a ocho exconsejeros de la Generalitat de Cataluña y a su exvicepresidente como consecuencia de la declaración ilegal de independencia repercute en forma directa en la situación judicial de Carles Puigdemont, el depuesto presidente catalán, quien está cada día más solo.
El expresidente regional sigue con especial atención los acontecimientos en Cataluña, busca ganar tiempo para evitar ir preso –algo que parece a esta altura bastante improbable– , sigue proclamando la legitimidad de su investidura y exigió, aunque a la distancia, la liberación de sus antiguos compañeros de gestión.
El hombre que embarcó a Cataluña en una aventura tan efímera como condenada al fracaso de antemano, responsable además de una profunda división entre sus conciudadanos, es el mismo que abandonó el barco apenas las cosas comenzaron a complicarse.
Mientras Puigdemont y algunos de sus miembros de gabinete se trasladaron a Bruselas, otros –la inmensa mayoría– optaron por permanecer en Cataluña, dispuestos a afrontar las consecuencias legales de sus afanes independentistas.
Una vez que el gobierno de Mariano Rajoy tomara el control político e institucional sobre esa región autonómica era un hecho que el peso de la Justicia iba a recaer sobre los dirigentes catalanes, que fueron acusados de rebelión, sedición y malversación de fondos.
Luego de la acusación realizada por el fiscal general, la jueza de la Audiencia Nacional había citado a declarar este jueves en Madrid a Puigdemont y al resto de su equipo de gobierno.
El expresidente catalán ya había anunciado que no comparecería e incluso su abogado pretendía que lo hiciera desde la capital belga, pero ello no sucedió.
La jueza Carmen Lamela dispuso como medida cautelar la prisión provisional para el exvicepresidente Oriol Junqueras y los ex consejeros Jordi Turull (Presidencia), Josep Rull (Territorio), Meritxell Borràs (Gobernación), Joaquim Forn Interior), Dolors Bassa (Trabajo), Carles Mundó (Justicia), Raul Romeva (Asuntos Internacionales) y Santiago Vila (Empresa).
El argumento para hacerlo fue impedir que pudieran abandonar el país para eludir su responsabilidad penal.
De todos los encarcelados, Forn es el único que había viajado a Bruselas pero decidió retornar y Vila es el único que puede recuperar su libertad, siempre que pague una fianza de 50 mil euros.
Este último había renunciado el jueves pasado, un día antes de la declaración unilateral de independencia adoptada por el Parlamento catalán.
En el caso de Puigdemont, la fiscalía española solicitó una orden de búsqueda y captura internacional, que se concretó a última hora de este jueves.
El abogado belga de Puigdemont, Paul Bekaert, informó a la cadena VRT que su cliente le comunicó que "efectivamente" fue emitida una orden en su contra y los otros cuatro exministros de su gabinete que están en Bélgica..
Mientras tanto, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, trató a los detenidos como "presos políticos" y planteó un debate que comienza a instalarse en España sobre la decisión de la Justicia respecto a los principales dirigentes catalanes.
La jueza de la Audiencia Nacional de España, Carmen Lamela, aplazó la decisión de pedir la detención del expresidente catalán, Carles Puigdemont.
Orden
La Fiscalía española ordenó pedir una orden europea de detención y entrega contra Puigdemont y cuatro exconsejeros.
Ley
En Bélgica, donde está hoy Puigdemont, la Fiscalía federal dijo que "aplicará la ley" si las autoridades españolas exigen la detención del dirigente catalán.
El dirigente dijo sentirse avergonzado de que en su país "se encarcele a opositores".
A continuación, dijo no querer la independencia de Cataluña, "pero hoy decimos: libertad presos políticos", señaló a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, planteó una línea argumental semejante.
"La independencia fue ilegítima e ilusoria; encarcelar a la oposición política es pre democrático, pirómano y propio de tiempos oscuros. Los representantes democráticos de casi dos millones de catalanes dormirán hoy en la cárcel".
"Todos sabemos que la cárcel no arreglará nada. Quiero ganar a los independentistas en las urnas, no convertirls en presos políticos", coincidió a su turno la vocera de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero.
A su vez, Íñigo Errejón, secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, se mostró "preocupado como español y demócrata". "La espada ha pesado más que la balanza; aberración jurídica de nefastas consecuencias políticas", manifestó, con lo cual ese partido dejó instalado el debate en la socieda española respecto de la existencia de presos políticos por primera vez en los últimos cuarenta años de vida democrática.
A su vez, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se plegó al coro de críticas y dijo que este jueves fue un "día negro" para Cataluña, por lo que llamó a constituir un "frente común" para conseguir la libertad de los "presos políticos".
El expresidente regional sigue con especial atención los acontecimientos en Cataluña, busca ganar tiempo para evitar ir preso –algo que parece a esta altura bastante improbable– , sigue proclamando la legitimidad de su investidura y exigió, aunque a la distancia, la liberación de sus antiguos compañeros de gestión.
El hombre que embarcó a Cataluña en una aventura tan efímera como condenada al fracaso de antemano, responsable además de una profunda división entre sus conciudadanos, es el mismo que abandonó el barco apenas las cosas comenzaron a complicarse.
Mientras Puigdemont y algunos de sus miembros de gabinete se trasladaron a Bruselas, otros –la inmensa mayoría– optaron por permanecer en Cataluña, dispuestos a afrontar las consecuencias legales de sus afanes independentistas.
Una vez que el gobierno de Mariano Rajoy tomara el control político e institucional sobre esa región autonómica era un hecho que el peso de la Justicia iba a recaer sobre los dirigentes catalanes, que fueron acusados de rebelión, sedición y malversación de fondos.
Luego de la acusación realizada por el fiscal general, la jueza de la Audiencia Nacional había citado a declarar este jueves en Madrid a Puigdemont y al resto de su equipo de gobierno.
El expresidente catalán ya había anunciado que no comparecería e incluso su abogado pretendía que lo hiciera desde la capital belga, pero ello no sucedió.
La jueza Carmen Lamela dispuso como medida cautelar la prisión provisional para el exvicepresidente Oriol Junqueras y los ex consejeros Jordi Turull (Presidencia), Josep Rull (Territorio), Meritxell Borràs (Gobernación), Joaquim Forn Interior), Dolors Bassa (Trabajo), Carles Mundó (Justicia), Raul Romeva (Asuntos Internacionales) y Santiago Vila (Empresa).
El argumento para hacerlo fue impedir que pudieran abandonar el país para eludir su responsabilidad penal.
De todos los encarcelados, Forn es el único que había viajado a Bruselas pero decidió retornar y Vila es el único que puede recuperar su libertad, siempre que pague una fianza de 50 mil euros.
Este último había renunciado el jueves pasado, un día antes de la declaración unilateral de independencia adoptada por el Parlamento catalán.
En el caso de Puigdemont, la fiscalía española solicitó una orden de búsqueda y captura internacional, que se concretó a última hora de este jueves.
El abogado belga de Puigdemont, Paul Bekaert, informó a la cadena VRT que su cliente le comunicó que "efectivamente" fue emitida una orden en su contra y los otros cuatro exministros de su gabinete que están en Bélgica..
Mientras tanto, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, trató a los detenidos como "presos políticos" y planteó un debate que comienza a instalarse en España sobre la decisión de la Justicia respecto a los principales dirigentes catalanes.
DE AQUÍ EN MÁS
PostergaciónLa jueza de la Audiencia Nacional de España, Carmen Lamela, aplazó la decisión de pedir la detención del expresidente catalán, Carles Puigdemont.
Orden
La Fiscalía española ordenó pedir una orden europea de detención y entrega contra Puigdemont y cuatro exconsejeros.
Ley
En Bélgica, donde está hoy Puigdemont, la Fiscalía federal dijo que "aplicará la ley" si las autoridades españolas exigen la detención del dirigente catalán.
Podemos tilda a detenidos como "presos políticos"
El secretario general del partido de izquierda Podemos, Pablo Iglesias, condenó enérgicamente la prisión incondicional dictada para el exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y otros siete exconsejeros del gobierno de Carles Puigdemont, a quienes calificó como "presos políticos".El dirigente dijo sentirse avergonzado de que en su país "se encarcele a opositores".
A continuación, dijo no querer la independencia de Cataluña, "pero hoy decimos: libertad presos políticos", señaló a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, planteó una línea argumental semejante.
"La independencia fue ilegítima e ilusoria; encarcelar a la oposición política es pre democrático, pirómano y propio de tiempos oscuros. Los representantes democráticos de casi dos millones de catalanes dormirán hoy en la cárcel".
"Todos sabemos que la cárcel no arreglará nada. Quiero ganar a los independentistas en las urnas, no convertirls en presos políticos", coincidió a su turno la vocera de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero.
A su vez, Íñigo Errejón, secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, se mostró "preocupado como español y demócrata". "La espada ha pesado más que la balanza; aberración jurídica de nefastas consecuencias políticas", manifestó, con lo cual ese partido dejó instalado el debate en la socieda española respecto de la existencia de presos políticos por primera vez en los últimos cuarenta años de vida democrática.
A su vez, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se plegó al coro de críticas y dijo que este jueves fue un "día negro" para Cataluña, por lo que llamó a constituir un "frente común" para conseguir la libertad de los "presos políticos".
