Cecilia Fajardo Hill

Espectáculos y Cultura > ARTE LATINOAMERICANO

Cecilia Fajardo Hill: "Es urgente conseguir formas de abrir el Uruguay para que se conozcan sus artistas"

La curadora e historiadora llegó a Uruguay para montar la exposición Transhemisférico de Diego Masi y Richard Garet
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19 de septiembre de 2022 a las 05:04

Pocas veces se puede presenciar el montaje de una exposición: el caos y el desorden creativo que le da vida al arte. Cecilia Fajardo Hill camina entre los cables y las cajas de herramientas en el cuarto piso del Museo Gurvich en la antesala de la inauguración de Transhemisférico, una exposición en la que los uruguayos Richard Garet y Diego Masi establecen un diálogo contemporáneo sobre migración y memoria estética. "Este es el triperío de la exposición", dice la curadora y tiene razón: en ese momento están expuestas las vísceras de una obra que conmueve los sentidos.

Es la primera vez que la reconocida historiadora del arte y curadora venezolana-británica llega a Uruguay. Especializada en arte moderno y contemporáneo, especialmente arte latinoamericano, Fajardo Hill ha comisariado y organizado exposiciones tanto de la obra de artistas emergentes como exposiciones individuales de artistas reconocidos internacionalmente. También fue curadora jefa de museos y fundaciones de arte en Miami y California. Fue co-curadora de la exitosa Mujeres radicales: Arte Latinoamericano, 1960-1985 y es una de las investigadoras asociadas del Centro David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard.

Es la primera vez que viene, pero no es la primera que toma contacto con el Uruguay. Se va con la idea de un proyecto que reúna una red de curadores internacionales para poner en valor los nombres latinoamericanos que todavía se hablan por lo bajo.

Lo que viene a continuación es un resumen de la entrevista de Cecilia Fajardo Hill con El Observador.

Cecilia Fajardo Hill y Diego Masi en el montaje de Transhemisférico

¿Cuáles son los diálogos más actuales y urgentes en las artes de América Latina?

Antes de la pandemia hubo eventos sociales muy relevantes en la región, en Colombia, en Chile, ha habido muchísimas protestas a nivel de género que se han enfatizado. Entonces siento que lo que está pasando en este momento es que los temas que están muy sobre la mesa tienen que ver justamente con la relevancia del arte en relación a lo que está ocurriendo en el mundo. Pero no tiene que ser una cosa literal, la gente confunde el arte político con politiquería y panfletería. Y no.

Esta es una exposición que habla de algo muy evidente: que hay millones y millones de migrantes en el mundo, entre ellos nosotros. Pero lo está haciendo de una manera que te puede inspirar. La migración no es sencillamente miseria. También el arte tiene esa capacidad de metabolizar, de inspirar y de acompañar los cambios. No necesariamente es revolucionaria en ese sentido pero sí puede atisbar maneras de ver el mundo que te anuncian cómo poder continuar. En este caso por ejemplo habla de esta posibilidad de establecer diálogos creativos, de fluidez y falta de rigidez, de adaptabilidad.

En mi caso, que uno de mis temas de investigación más importantes es el tema de género, vengo a Uruguay y veo que hay mujeres fabulosas que todavía no se las ha reivindicado. Eso es urgente porque no podemos tener igualdad de género en el presente si no reconocemos a nuestras pioneras.

Siento que el zeitgeist de este momento es que tenemos un panorama político complicado de muchos extremos. Lo importante es que una de las cosas que ha hecho realmente muy relevante al arte latinoamericano es que es un arte que no le da la espalda a la realidad. Es capaz de con fervor, con complejidad, con creatividad, con experimentalidad, abordar el presente de miles de maneras.

Establecer un diálogo entre quienes viven en el sur

Necesitamos seguir generando cooperación continental. Estas divisiones geopolíticas son resultado de un proceso colonial. Yo trabajo mucho en Guatemala y Colombia y los procesos políticos que se dan en estos países. Creo que es eso: que el arte sea relevante para poder pensar las realidades complejas que vivimos. América Latina es un continente con países y regiones diferentes con respuestas diferentes. Pero si en cada lugar los artistas siguen abiertos a pensar el presente y a ofrecer salidas creativas que nos permitan tener respiros y momentos de inspiración creo que esa es la urgencia que necesita continuar siendo la latinoamericana.

Sus proyectos en gran medida han estado vinculados a combatir prejuicios o carencias en el arte. ¿Cuáles son los estereotipos que rodean el arte latinoamericano?

Hay una tendencia a estereotipar y querer encasillar a América Latina, pero podría decir que hoy en día los problemas que tenía América Latina en los 90, por ejemplo durante la curva del multiculturalismo, no existen de la misma manera. Hay ahora un nuevo interés por el arte afro e indígena. El peligro que hay en estos casos es que se apropien esos lenguajes para aprovecharlos para el mercado pero finalmente no rendir realmente un homenaje integral. Eso es lo que hace que se genere un deseo renovado por exotizar. ¿Cuándo lo indígena no es exótico? ¿Cuándo lo afro no es exótico? Lo afro y lo indígena son formas de pensar y de ser tan relevantes y tan contemporáneas como otras. Ese es un momento complicado. Por otro lado yo también trabajo mucho con el arte Latinx y Chicanx, y allí hay más problemas porque dentro de Estados Unidos se estereotipa más a los artistas de culturas latinas, afros e indígenas.

Sí creo que hay problemas como por ejemplo el de Uruguay: es urgente conseguir formas de abrirlo más a que se conozcan los artistas de acá. Hay zonas de latinoamérica que no se conocen lo suficiente como Ecuador, Bolivia o Uruguay. Eso es parte de una historia donde "brazil is cool" y es parte de un problema geopolítico.

¿Cómo debería trabajar el sistema uruguayo para hacerse más visible en este contexto? 

Brasil por ejemplo tiene fundaciones que son hechas con fondos fundamentalmente privados en donde invitan a curadores internacionales a visitar talleres, a visitar museos, a conocer curadores, para que uno integre el arte de Brasil a su trabajo. Es realmente transformador. Por ejemplo, yo vengo acá ahorita invitada para trabajar en esta exposición y ayer estaba reunida con [el colectivo] Coco y hoy mi reuní con Teresa Trujillo en su archivo en el Teatro Solís.

Un curador de acá me preguntó "¿por qué tú no te has interesado en Uruguay?". No es eso. Fui la co-curadora del Radical Woman, que es una exposición que vio medio millón de personas, y ahí estaban Nelbia Romero y Teresa Trujillo. Investigamos a Uruguay y metimos a las uruguayas ahí. Soy una persona que cree en América Latina. Todo el mundo dice que Latinoamérica es un concepto colonial; sí, pero es el laboratorio que tenemos. Es un laboratorio lleno de problemas pero tenemos una posibilidad de generar conexiones, de sentarnos en la misma mesa de hablar nuestras gerencias. Tenemos muchas cosas en común. Yo no he excluido a Uruguay del imaginario latinoamericano, yo lo he incluído pero tendría que ser más profundo.

Se necesitan crear formas. Le decía a Teresa Trujillo "necesito que digitalices ese libro" para cuando mis estudiantes estén preguntándome quiénes son las pioneras les pueda decir "mira Teresa Trujillo, tengo un libro, te pongo en contacto con ella". Yo voy a hacer un puente para que se pueda ver un poco más el arte. Se necesita crear redes de intercambio más potentes y espacios de intercambio intergeneracionales. Se tiene que apoyar artistas para salgan al mundo y artistas del mundo para que vengan, este tipo de ejercicios. Diego [Masi] me parece un artistazo tan imponente y tengo que conseguir una manera de decir "tienen que mirar a Diego". Pero si yo no hubiera conocido a Diego a través de Richard [Garet] no lo habría sabido.

Es un proceso que toma cierto tiempo pero hay una cierta insularidad en el sistema. Primero no hay un gran mercado, muchas de las instituciones son un poco tradicionales, entonces se generan ciertas trancas. El problema es un problema de recursos, y el problema de falta de recursos del mundo de la cultura normalmente es en todos lados pero me parece que en el caso de Uruguay es mayor.

Tú lo decías: una de tus áreas de investigación es la de género. Uno de tus últimos proyectos más destacados es Radical Women: Latin American Art, 1960–1985 donde se hicieron visibles muchos nombres femeninos en el mundo del arte. ¿Cómo evaluás los espacios que las mujeres ocupan en el sistema del arte actualmente?

Ahora hay un volumen, hay un conjunto de curadoras feministas, se está generando una efervescencia que está acompañada de una transformación social: los derechos del cuerpo de la mujer. Estamos en otro lugar pero las instituciones siguen tendiendo a colocar al hombre como protagónico. Yo no soy una feminista crea que hay que quitar los hombres del medio, no es eso. Es una cuestión de que hay un tejido que es complejo, hay una participación que tiene que ser un un diálogo. ¿Qué pasa? Si en el mercado tienes hombres y van a la feria los hombres, las mujeres quedan invisibilizadas. Siento que tenemos que trabajar mucho todavía. El promedio sigue siendo entre 10 y 30%. Y eso no es el número de mujeres interesadas en el arte, es más, hay más mujeres en escuelas de arte que hombres.

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