Escocia: Los nacionalistas piensan insistir con un nuevo referéndum por la separación del Reino Unido

A pesar de haber perdido el referéndum de 2014, cuando un 55% de los escoceses votaron por permanecer en el Reino Unido, Nicola Sturgeon, lideresa del SNP estima que es el momento de presionar para realizar una nueva consulta apoyándose en el rechazo generalizado hacia la figura del renunciante primer ministro Boris Johnson.

Johnson ha sido un tenaz opositor a la independencia de Escocia y tras la consulta de 2014 expresó que la oportunidad de expresarse al respecto se da una sola vez en cada generación, por lo que no veía que fuera necesaria otra consulta.
Pero Sturgeon, que ganó las elecciones para el parlamento del Reino Unido en 2019 acaparando 48 de las 59 bancas asignadas a los representantes escoceses en el Parlamento, ha insistido con su plan de convocar a un referéndum el 19 de octubre de 2023 y publicó semanas atrás un borrador de convocatoria que remitió este jueves a la Suprema Corte para que se expida sobre si la misma podrá realizarse sin el acuerdo del gobierno inglés.

La audiencia establecida por la Corte para tratar el tema en el mes de octubre será el primer test que indique la posibilidad de que Edimburgo sea quien autorice y organice un nuevo referéndum.

La cuestión de la separación de Escocia es tema de debate en la confrontación entre Rishi Sunak y Liz Truss por ganar el liderazgo del partido conservador, aunque ambos han descartado la posibilidad de que se realice un segundo referéndum. Truss llegó a afirmar que Sturgeon solamente “busca llamar la atención” y que todos los recursos del gobierno escocés están siendo usados para la campaña por la independencia, lo que considera gravemente irresponsable.

La dirigencia nacionalista escocesa estima que en lo esencial, la política conservadora inglesa no sufriría cambios significativos con respecto a la hostilidad demostrada por Boris Johnson, si bien la presión del entorno independentista motiva el impulso que Sturgeon está dando a la apuesta por un nuevo referéndum.

Liz Truss, que se ha referido en términos despectivos hacia Sturgeon, nació en Escocia, en el pueblo de Paisley y ha dicho que muchos escoceses la quieren, aunque ella se considera “hija de la Unión”. En caso de acceder al cargo de primera ministra, reforzaría las lealtades hacia el Reino Unido haciendo “mejor la vida del pueblo”.

Entre los tories hay opiniones contrapuestas acerca de cuál de los dos candidatos al liderazgo conservador podría enfrentar mejor a Nicola Sturgeon, basadas en la experiencia o características personales de cada uno. Pero es indudable que la herencia que deja Johnson es, como afirma el líder parlamentario escocés Ian Blackford, “el mejor argumento que apoya la independencia escocesa”.

“El Brexit fue un costo de £ 31.000 millones y la caída del estándar de vida más grande desde 1970” afirmó Blackford en la cámara de los Comunes.

También dijo que los salarios reales sufren una caída récord, las previsiones de crecimiento económico son las peores del G20 y la inflación es la más alta de los últimos 40 años.

Blackford agregó finalmente que agradecía al primer ministro “por su capacidad para llevar a nuevas alturas el apoyo a la independencia”.