Estados Unidos elabora una nueva doctrina frente a la amenaza de misiles rusos y chinos

Se prevé el desarrollo y adopción de armas de energía dirigida (DEW), guerra electrónica (EW) o una combinación de ellas para desactivar dichos misiles antes de que emprendan vuelo.

Las armas de energía dirigida (DEW) utilizan energía electromagnética concentrada para combatir e inutilizar el armamento enemigo. Estas armas incluyen láseres de alta energía y otras radiaciones electromagnéticas de alta potencia, como armas de microondas de alta potencia y ondas milimétricas.

La guerra electrónica (EW) representa la capacidad de utilizar el espectro electromagnético (señales de radio, infrarrojos o radar) para detectar, proteger y comunicarse. Al mismo tiempo, la EW puede perturbar, degradar y neutralizar la capacidad de los adversarios para utilizar estas señales.

Funcionarios del Comando Norte de Estados Unidos (NORTHCOM) y el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) revelaron las novedades durante el último Simposio de Defensa Espacial y de Misiles (SMD). Se deriva de una nueva estrategia para el Ártico que la autoridad ha formulado y está siendo evaluada por el Pentágono para presentar solicitudes presupuestarias ante el Congreso.

No se sabe si esto se deriva de la revisión de la “teoría de la disuasión nuclear”, que el Comando de Fuerzas Estratégicas (STRATCOM) ha estado “reescribiendo aceleradamente” desde agosto de 2022.

Si bien los detalles sobre la postura exacta para la nueva estrategia son aún poco conocidos, todo indica que se trataría de una política de "lanzamiento preventivo".

Esto significa destruir los misiles enemigos en sus sitios de lanzamiento cuando se detecta que están listos para ser disparados. Expertos opinan que esta nueva doctrina entraña riesgos de una escalada y desestabilización severas y aumenta considerablemente las posibilidades de un intercambio nuclear motivado por la disposición del enemigo a disparar primero.

En el Simposio SMD, el contraalmirante Sean Regan, director de operaciones de NORTHCOM, mencionó tecnologías y capacidades emergentes como "drones autónomos" marítimos y aéreos que transportan "DEW", "guerra electrónica" y "microondas de alta potencia... para atacar misiles antes de que puedan desplegar señuelos complejos, contramedidas, maniobras o múltiples vehículos de reingreso”.

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El contraalmirante Regan afirmó que “sabemos que nuestros competidores y adversarios seguirán avanzando mediante el desarrollo de tecnologías y capacidades emergentes. También sabemos que una estrategia de ‘arma por arma’ en el futuro no es fiscalmente posible. No podemos darnos el lujo de tratar de igualar la amenaza cada vez mayor solo por medios cinéticos”.

“La mejor estrategia de misiles es destruirlos misiles antes del lanzamiento. Enfocarse en la neutralización temprana podría permitir sistemas no cinéticos distribuidos con vectores más grandes y la capacidad de atacar misiles antes de que puedan desplegar señuelos complejos, contramedidas, maniobras o múltiples vehículos de reingreso”, agregó.

El contraalmirante mencionó los misiles hipersónicos rusos, los globos meteorológicos chinos y los misiles balísticos y cohetes de combustible sólido de Corea del Norte como las "amenazas emergentes" que han inspirado el propio "diseño de defensa para 2035" del NORTHCOM, describiendo "nuevas formas y medios de defender la patria". Habría un giro del enfoque tradicional sobre “defenderse de los misiles” hacia “la derrota temprana de los misiles”.

Esto plantea la cuestión de cómo se lanzarán los medios no cinéticos al sitio del objetivo enemigo, ya que la estrategia requiere algunos recursos militares para acercarse al lugar. La opción basada en el espacio puede descartarse ya que poner satélites con capacidad DEW para este propósito estimularía una carrera desestabilizadora debido a la militarización del espacio.

Los medios serían "plataformas marítimas y aéreas autónomas", que llevarán a cabo una evaluación temprana del objetivo y estarán habilitadas por Inteligencia Artificial (IA) para permitir una rápida elaboración de los datos entrantes y acelerar la toma de decisiones.

En un informe anterior sobre la nueva estrategia, que se presentó por primera vez en el documento de política del Ártico publicado durante un seminario del Instituto Mitchell para Estudios Aeroespaciales (MIAS) el 22 de junio de este año, el comandante de NORTHCOM y NORAD, el general Glen VanHerck, dijo que la idea es imaginar integradas la defensa aérea y antimisiles llevándola a cabo "hacia adelante" tanto geográficamente como en el tiempo.

En el documento, “Reforzar la conciencia del dominio ártico para disuadir las amenazas aéreas y de misiles a la patria”, lo que dijo VanHerck no solo aborda el Ártico sino también "fuera de la costa este, la costa oeste o alrededor del mundo donde sea que necesitemos estar".

Obviamente, se supone que los planificadores estadounidenses no esperan que los drones y los sistemas no tripulados realicen siempre con éxito sus ataques no cinéticos, debido a las capacidades de vigilancia, sensores y radares de alerta de Rusia y China.

Pero la mera detección de un lanzamiento o señales reveladoras de misiles que se están movilizando podría ayudar o aumentar la eficiencia de la defensa antimisiles convencional basada en interceptores.

Los analistas estiman que cualquier alerta temprana en la guerra nunca es inútil y entrega incluso una herramienta diplomática al liderazgo gubernamental para negociar en mejores condiciones estratégicas con Moscú, Beijing o Pyongyang.

Además, los drones autónomos no se utilizarán únicamente para detectar lanzamientos de misiles hipersónicos o balísticos, sino que también se convertirán en parte de una red de sensores más grande, "integrando defensas aéreas y antimisiles mucho más estrechamente que en el pasado".

(Con información de agencias)