El asesor especial de la campaña presidencial de
Donald Trump, Rick Gates, subió este lunes al estrado y declaró ante el juez que cometió crímenes de fraude bancario y fiscal, junto al que fue su mentor Paul Manafort. Esta es la primera confesión en un juicio de un miembro del equipo electoral de actual mandatario.
Ante la pregunta de Robert Mueller sobre su participación en alguna actividad criminal con Manafort, Gates respondió afirmativamente. De esa forma, Gates reconoció que él y Manafort asesoraron entre 2006 y 2017 a gobiernos extranjeros, incluido el del expresidente prorruso de Ucrania Víktor Yanukóvich (2010-2014), a los que ayudaron a mejorar su imagen sin comunicárselo a las autoridades de EEUU, lo cual constituye un delito.
Por esas actividades Manafort recibió solo en Ucrania US$ 60 millones de dólares, que supuestamente ocultó en empresas fantasmas y en cuentas bancarias en el extranjero, según la acusación. Gates declaró que tenían 15 cuentas bancarias en otros países y aseguró que no las declaró al fisco porque "seguía las órdenes de Manafort". Además admitió una gran cantidad de crímenes, desde falsificar sus declaraciones de impuestos hasta lavado de dinero.
También reconoció que le robó a Manafort haciéndole creer que había incurrido en una serie de gastos producto de sus actividades de consultoría y pidiéndole que le transfiriera "cientos de miles de dólares" desde cuentas en Chipre, que ninguno de los dos había declarado a las autoridades. La defensa de Manafort ha intentado retratar a Gates como el verdadero cerebro de los
delitos.
Gates fue socio comercial de Manafort durante casi una década hasta el 2016 cuando ambos se unieron a la campaña de Trump para presidente. El 30 de octubre de 2017 entregaron al
FBI y se declararon no culpables de los cargos que presentó en su contra el fiscal especial Robert Mueller, que investiga las relaciones de Rusia en la campaña de Trump. Sin embargo, en febrero de este año Gates traicionó a su socio y firmó una declaración de culpabilidad, pasando a ser el testigo más importante del caso.
El juicio se desarrolla en la corte del distrito este de Virginia contra Manafort, que entre junio y agosto de 2016 dirigió la campaña y ahora es acusado de 18 cargos de fraude. Si es declarado culpable, Manafort podría pasar toda su vida en la cárcel.