Experiencia en juicios orales civiles es una advertencia para nuevo CPP

Cuando se trata de reformas judiciales, Uruguay es una excepción. Mientras en casi toda la región está desde hace años vigente una reforma procesal penal y preparan una civil, en el país sucede exactamente lo opuesto. En 1989 se reformó el Código General del Proceso (CGP) y se impuso la oralidad en procesos civiles. A esa oralidad se busca ir con la puesta en marcha del nuevo Código del Proceso Penal (CPP) a partir del 1º de noviembre.

El ejemplo de Uruguay en materia civil fue analizado por el Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA) y su análisis dejó en evidencia que para que las audiencias orales penales funcionen, hace falta mucha práctica y dejar atrás vicios de un sistema dependiente de expedientes escritos. "Se necesita trabajar aún más con todos los operadores del sistema en pos de la eficiencia del sistema de justicia civil. Todavía en las oficinas de los juzgados subsisten prácticas propias del sistema escrito, dándosele especial relevancia a ciertas formalidades innecesarias", indica el experto en derecho procesal y presidente de CEJA, Santiago Pereira Campos, en su libro El sistema de justicia civil en Uruguay, publicado recientemente a raíz de una investigación que realizó para el centro que preside.

Pereira Campos dijo a El Observador que hay una "carencia en la formación de abogados y jueces" para poder desempeñarse en audiencias orales. Si bien los roles de los jueces en los juicios civiles y penales –cuando el nuevo CPP entre a regir– serán distintos, el sistema oral es exactamente el mismo. Pero en las audiencias civiles parece haber una resistencia a dejar de lado el papel.

Prueba de eso fue la audiencia pública y oral del general retirado Raúl Mermot, acusado de apología de la tortura pero finalmente absuelto por la Justicia. "Era absurdo porque el juez leyó una sentencia durante una hora y los abogados sacaron un papel y empezaban a leer", indicó Pereira Campos.

El catedrático uruguayo no fue el único que notó que, a pesar de aplicarse hace casi 30 años, la oralidad en las audiencias civiles falla. Un estudio realizado en paralelo por técnicos de CEJA indica que "las propias prácticas y metodologías de trabajo han impactado de forma directa y disminuido el grado y calidad de la oralidad del sistema". "En la medida que esto persista, será muy difícil que las audiencias sean el eje central del proceso judicial y reemplacen al expediente escrito, así como aumentar la productividad de los juzgados y disminuir los tiempos procesales. Eso impactará en la posibilidad derribar dichas barreras que dificultan el acceso a la justicia", concluye.

El estudio de Pereira Campos, por su parte, indica que "la Justicia civil en Uruguay se destaca en el contexto mundial" porque "ocupa el primer lugar en América y el lugar 17 en el mundo" pero con el paso de los años "ha disminuido la eficiencia y los tiempos de respuesta en algunas situaciones". A esa conclusión llegó al comparar cifras del actual sistema con el de los primeros años de vigencia del CGP reformado.

En ese marco, si bien con la reforma se aceleraron los procesos judiciales a la mitad, existen diferencias entre los diferentes juzgados. Dependiendo el juzgado que toque, un proceso puede ir de 9 meses a más de dos años (28 meses según el promedio al que llegó el catedrático). "Eso permite concluir que el modo de organización de trabajo y eficiencia de cada juez y sus funcionarios son claves para obtener una mejor eficiencia y una duración más razonable", indica en su estudio.

Con respecto a la concurrencia de público en las instancias civiles –otra de las características que tendrán las audiencias penales–, Pereira Campos señala en el libro que no llega al 21% de los casos, lo que significa una cifra baja.

Durante las audiencias a las que asistieron quienes participaron del estudio del experto en derecho procesal, comprobaron que los abogados solicitaban "con frecuencia el expediente al juez, a efectos de realizar determinados controles".

El libro también indica que "existen carencias de infraestructura que no facilitan ni que el público ubique las salas de audiencias, ni que conozca qué audiencias hay".

22 minutos es la duración promedio de una audiencia civil preliminar. La complementaria dura unos 62

79% de las audiencias son sin público. En el caso de las que sí tuvieron público, había tres personas o menos.

75,4% de los casos no se logró conciliación según datos del Poder Judicial de 2015.

28 meses en promedio, aproximadamente, es lo máximo que dura un proceso civil.