Falta de pericias, protección de un testigo y la guerra: los motivos de Fossati para pedir la extensión de la prisión preventiva a dos imputados por el caso Astesiano

Fossati acudió para pedir ante el juez Alejandro Asteggiante una prórroga de la prisión preventiva de Fernández y de Slivaev por 90 días más, sin embargo, el juez decretó una prórroga de 30 días.

Slivaev y Fernández llevan casi 180 días en prisión, pero Fossati dio varios argumentos para pedir tres meses adicionales que finalmente no fueron concedidos. Las defensas de Fernández y Slivaev se opusieron a la medida. En el caso de Slivaev, su abogada pidió que se le conceda prisión domiciliaria por motivos de salud, algo que no fue otorgado.

Los argumentos: entorpecer la investigación, traducción y lentitud en Rusia

La Unidad Internacional de la Fiscalía de la Nación le pidió a Rusia la documentación original de los documentos apócrifos que se encontraron en los allanamientos que se realizaron en los domicilios de Fernández y de Slivaev en Uruguay, sin embargo, aún el equipo de Fossati no obtuvo respuesta por parte de ese país.

Según dijo en la audiencia, "la situación de Rusia, es decir, su situación de guerra con Ucrania aparentemente ha generado importantes obstáculos para tener la respuesta y la documentación que se necesita a los efectos de poder cotejarla y realizar las pericias que están pendientes de realizarse".

Sin embargo, el juez entendió que ninguno de los dos imputados "podrían interceder ni entorpecer" el pedido de la Fiscalía a Rusia.

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Además, existe un caudal de pruebas en el celular de Slivaev que podría involucrar a más personas y que aún la Fiscalía no ha podido procesar por falta de traducción. En ese sentido, la fiscal dijo ante el juez Asteggiante que "primero se utiliza tecnología para hacer una primera traducción y luego se va a tener que recurrir a un traductor público" para que traduzca la información "que tenga especial relevancia". Sin embargo, el proceso para relevar toda la información del celular del ciudadano ruso todavía no se pudo concluir. 

Por otro lado, Fossati argumentó en su pedido de prórroga que el escribano Fernández debe someterse a una pericia psicológica por parte del Instituto Técnico Forense (ITF), que aún está pendiente, y que la magistrada considera relevante "por las características de la personalidad de Fernández. La Fiscalía estima que vamos a tener un informe que nos va a dar un indicador importante", dijo en la audiencia.

Por último, argumentó la fiscal, hay un testigo que vive en Maldonado que debe declarar en la causa de los pasaportes porque "su testimonio resulta fundamental", según Fossati, quien agregó que esa persona se contactó con ellos y que, en caso de que salgan en libertad, Fernández y Silvaev podrían ir a buscarla y entorpecer la investigación.

Este último argumento fue clave para que el juez desestime prácticamente todos los demás y otorgue la prórroga de prisión preventiva por 30 días y no por 90. "La prórroga de la prisión preventiva va a ser hasta tanto se le tome declaración a ese testigo que ya se conoce, que va a ser en el plazo de 30 días, porque es el riesgo más importante en este momento", argumentó el juez.

La historia

En enero de este año el responsable del área de Seguridad y Pasaportes de la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNIC), Juan Martínez, llevó pruebas a la Fiscalía de que había ciudadanos rusos que buscaban acceder a pasaportes uruguayos de forma ilegítima.

Martínez identificó a un gestor –el ciudadano ruso Alexey Slivaev– que era quien conseguía a los clientes y los ponía en contacto con el escribano Álvaro Fernández, que era el principal encargado de realizar el papeleo. Durante 2013 y 2018 la adulteración de las partidas se hacía en Rusia y la fiscal presume el aval del excónsul de Uruguay en Rusia, Stéfano di Conza. Pero hay más diplomáticos bajo la lupa.

Por esta línea de investigación están imputados Astesiano, Slivaev, Di Conza, Fernández y Patricia Medina (expareja de Fernández). 

Roman Karpov, que fue detenido mientras intentaba obtener el pasaporte con una partida de nacimiento adulterada, fue condenado a través de un proceso abreviado. 

Alejandro Astesiano, el excustodio presidencial, era el que tenía el contacto con los funcionarios públicos y, según Fernández, era el encargado de “apurar” los trámites. La investigación sobre los pasaportes fue el punto de partida que derivó en el resto de las líneas que ahora también se siguen a partir de los chats encontrados en el celular de Astesiano.

En octubre el juez Asteggiante había determinado que Astesiano, Fernández y el ruso Slivaev estuvieran presos hasta marzo de este año. En esa oportunidad ya se había extendido la prisión preventiva que este lunes se volvió a establecer.