Al final de Barry Lyndon (1975), extraordinaria adaptación de Stanley Kubrick de la novela de William Thackeray, La suerte de Barry Lyndon (1844), aparece un cartel que dice, a manera de síntesis no solo de los 187 minutos previos del metraje, sino de la vida misma: “Fue en el reinado de Jorge III que los personajes arriba mencionados vivieron y pelearon; buenos y malos, hermosos y feos, ricos y pobres; ahora todos ellos son iguales”. Vi la película en carácter de prestreno en el cine 18 de Julio, en la peor época de mi vida y al salir de la sala, con el impulso anímico que siempre otorga una obra maestra, pensé que siempre las cosas pueden llegar a estar peor y que hubo una época en que lo estuvieron, y que sobre el mañana, lo más seguro es que nadie sabe. Dimos vuelta la página del año 2020, y los sobrevivientes hacemos memoria sobre lo ocurrido en 12 meses que no estaban en el libreto de nadie, ni siquiera en el de los chinos, creadores de la enigmática expresión “ojalá te toquen vivir tiempos interesantes”.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá