FMI espera avanzar rápidamente en acuerdo con Argentina

"El FMI podría moverse rápidamente y tenemos la intención de movernos rápidamente", dijo el vocero Gerry Rice, aunque evitó adelantar cualquier detalle de la negociación con las autoridades argentinas.

"Los detalles (del acuerdo) están en discusión", expresó el portavoz, quien añadió que también están siendo analizadas las "modalidades exactas" del entendimiento.

Jaqueado por una volatilidad cambiaria que devoró el valor de su peso, el gobierno de Argentina solicitó formalmente una línea de crédito de tipo "stand by" de alto acceso que le permite al país obtener recursos por un porcentaje muy superior a su cuota ante el propio FMI.

Rice adelantó que la reunión del Directorio del FMI el lunes en Washington para analizar la situación argentina no será "concluyente" y apenas servirá para presentar las últimas discusiones técnicas.

"Claramente discutiremos con nuestras contrapartes en Argentina sobre los temas más importantes y la necesidad de atender esas cuestiones mediante los fundamentos económicos", apuntó el portavoz del Fondo.

El FMI, agregó Rice, está disponible para "apoyar las prioridades del gobierno y el pueblo de Argentina" mediante el programa de préstamo.

En una conferencia de prensa realizad el miércoles en Buenos Aires, el presidente Mauricio Macri admitió que el problema central de la coyuntura económica argentina es el déficit fiscal que llegó a 3,9%.

"Tenemos que reducirlo. No podemos gastar más de lo que tenemos y dependiendo de que el mundo nos preste dinero para poder financiarlo", expresó el mandatario.

Rice aseguró que la situación actual en Argentina es "radicalmente diferente" de la que se verificaba en el país "hace 15 o 20 años".

"Las políticas de gobierno y las instituciones son ahora muy diferentes de la última vez que el FMI aprobó un programa (préstamo) a Argentina", aseguró.

El último préstamo concedido a Argentina fue en 2003 dos años después de declarar el mayor default de la historia.

En las últimas cinco semanas el país fue sacudido por una aguda crisis cambiaria que desvalorizó la moneda local, el peso, en aproximadamente el 20%, en un contexto de masiva salida de dólares y una persistente inflación superior a 20%.

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