Francia aprobó una ley “histórica” para restituir bienes culturales expoliados por los nazis

"Esta es una ley de acción para garantizar que este deber de memoria y vigilancia se traduzca en actos concretos de justicia, para arrojar luz sobre nuestra Historia y nuestro futuro", dijo la ministra de Cultura, Rima Abdul Malak.

Tanto la Asamblea Nacional, la cámara de Diputados, como el Senado, dieron el visto bueno final a esta ley "histórica y muy simbólica", en palabras de la senadora Béatrice Gosselin, que busca fijar un marco general para estas obras.

Hasta ahora, el retiro de los museos públicos de los bienes expoliados por los nazis y su devolución a sus legítimos propietarios o derechohabientes pasaba esencialmente por la adopción de una legislación propia a cada caso.

A inicios de 2022, el Parlamento tuvo que autorizar, por ejemplo, la devolución de 15 obras de arte, entre ellas cuadros de Gustav Klimt y Marc Chagall, que supuso un "primer paso" para la entonces ministra de Cultura Roselyne Bachelot.

Cien mil obras de arte se incautaron en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, entre 1939 y 1945, según el ministerio de Cultura. De ese total, 60.000 fueron halladas en Alemania y repatriadas a Francia.

A su vez, 45.000 de esas 60.000 fueron devueltas a sus dueños o a los familiares de ellos. Otras 2.200 pasaron a los Museos Nacionales de Recuperación (MNR). Sin embargo, alrededor de 13.000 obras de arte repatriadas por el Estados francés fueron vendidas a inicios de los años 1950, por lo que muchas obras expoliadas acabaron en el mercado.

La legislación adoptada permite también a las víctimas negociar soluciones diferentes a la devolución.

El ministerio de Cultura de Francia, en su página oficial trata en profundidad lo que significó el saqueo de bienes culturales en el marco de la ocupación y el colaboracionismo de la llamada República de Vichy, de la que el mariscal Philippe Pétain, héroe de la Primera Guerra, fue figura clave para el sometimiento del país a los designios de Adolf Hitler.

En efecto, Pétain presidió el Consejo de Ministros francés entre 1940 y 1942 que puso a Francia a disposición de la ocupación alemana, de modo tal que las fuerzas de seguridad y todo el aparato del Estado francés facilitó la captura de los ciudadanos la comunidad judía, de los resistentes y el envío de la mayoría de ellos a los campos de concentración y exterminio.

Adicionalmente, el gobierno de Pétain fue cómplice del saqueo de los nazis y de la posterior venta de los bienes expoliados. Cinco años después de la finalización de la Segunda Guerra, comenzó el proceso de recuperación por parte de Francia de muchos de esos bienes culturales y se dictaron normas para exponerlos en museos públicos y también para la restitución a sus verdaderos dueños.

La historia del despojo y las expoliaciones puede leerse en la página del Ministerio de Cultura de Francia. Fueron cometidos por los servicios alemanes desde los primeros días de la ocupación a través de la Embajada de Alemania en París y luego, a partir de septiembre de 1940 y hasta 1942, consumada la ocupación y vigente el gobierno colaboracionista de Pétain, por la ERR (Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg), el Estado Mayor del jerarca nazi Alfred Rosenberg, quien tras el fin del conflicto fue enjuiciado en el juicio de Nurenberg y sentenciado a la horca.

Desde 1942, el saqueo en los países ocupados por las tropas alemanas pasó a la Dienststelle Westen (Servicio Oeste). Los bienes expoliados no solo refieren a obras de arte de gran valor económico sino a instrumentos musicales, partituras, libros, fotos, exposiciones o cualquier manifestación pública o privada que estuviera contra la arianización de la Europa ocupada.

El ministerio de Cultura de Francia estima que durante la ocupación por lo menos 5.000.000 de piezas culturales fueron robadas. “Estos números se basan en las declaraciones de las personas expoliadas después de la guerra. No todos los expoliados han denunciado la desaparición o la venta forzada de sus bienes, por lo que estas cifras deben tomarse con cautela; sin duda se subestiman”, advierte la página oficial.

El trabajo de localización y restitución fue un largo camino, no solo en el material que se quedaron los ocupantes, sino también el que vendieron tanto a particulares como a profesionales del mercado de arte.

Muchos de esos bienes fueron identificados en museos y bibliotecas públicas: “los bienes expoliados deben devolverse a sus propietarios legítimos: los derechohabientes del propietario expoliado”. El ministerio también advierte que “millones de documentos han sido confiscados, a veces también por las administraciones del régimen de Vichy”.  

El proceso de restitución de memoria del colaboracionismo y el saqueo tuvo un hito en 2019 cuando se constituyó un grupo de trabajo para identificar material saqueado o recibir denuncias. Todas las bibliotecas y museos debieron revisar sus catálogos para inscribir en el título la mención “documentos expoliados durante la Segunda Guerra Mundial”.

A su vez, desde hace varios años, las bibliotecas alemanas realizan un importante trabajo de análisis de sus colecciones, en las que han encontrado y descrito numerosos documentos expoliados. Una base de datos en líneas enumera miles de materiales que fueron expoliados.

Esta ley votada el jueves es un aporte más a la memoria histórica y al derecho a la restitución de material saqueado.