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Ganadería evalúa salida de camionetas con carros para buscar a perros sueltos
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en conjunto con el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) "evalúan la salida de camionetas con carros" para retirar a aquellos perros callejeros, para que los mismos sean enviados a albergues, informó el ministro Fernando Mattos a Búsqueda.
Según dijo, el tema de las jaurías de perros “es el que más repercute y que más urgentemente necesita respuesta”, y le atribuyó la causa a la superpoblación canina, derivada de la tenencia irresponsable.
La salida de camionetas para retirar a los canes, será “una medida de impacto que pronto se anunciará, en cuanto a cómo se dará respuesta a esta problemática”, indicó.
El director ejecutivo del INBA, Gastón Cossia, comentó a El Observador que "hay pensado un trabajo para que no existan animales en situación de calle o abandonados", que se hará en coordinación con las diferentes intendencias.
Según comentó, el INBA recibe denuncias cotidianas sobre perros sueltos y estas se atienden en un trabajo interinstitucional, con las intendencias y la Dirección General de Seguridad Rural. "No tenemos una infraestructura nacional que pueda dar respuesta a esta problemática, por eso lo tenemos que hacer en coordinación", sostuvo y añadió que "el concepto es retirar a los animales de la vía pública y realojarlos".
Un paisaje desolador
Los ataques de perros, principalmente a majadas, han estado en los últimos meses en la lupa de productores de todo el país, que han perdido a varios animales por esta causa y que solicitan una solución.
En los últimos días, la Federación Rural se expresó en su cuenta de Twitter la "sensación de partido perdido" contra los ataques de perros a ovinos. “Perros 50 – Ovejas 0, es un partido perdido. Cualquier medida que se adopte ya llega tarde INBA", indicaron.
Cossia explicó a El Observador que desde el instituto se atienden cotidianamente denuncias por ataques de perros en las que se ven situaciones "gravísimas", que no solo traen detrás pérdidas económicas, sino también afectivas para los productores y sus familias.
"Cuando uno recorre con la familia ve el afecto y las cuestiones que hacen a las sensibilidades que también en el ambiente productivo están, porque hay un cariño y un cuidado hacia el animal. Es terrible ver esos animales, que no solo los lastima el perro que los ataca, sino que quedan varios días sufriendo. Por las infecciones se genera lo que llamamos una muerte en goteo y además se suman otros predadores como la mosca de la bichera o el carancho, todo eso es un sufrimiento para el animal y un paisaje desolador", resaltó.
Dentro de las tareas más complejas de este tema está el comprobar que el perro encontrado sea el atacante, que debe encontrarse en el mismo lugar del hecho o tener lana o pelo entre sus dientes o sangre en la boca, para ser identificado fácilmente.
"El productor se siente muy afectado y con impotencia y es cierto, porque nuestra capacidad de respuesta está condicionada a poder encontrar al perro en el momento", sostuvo.
Finalmente, puso hincapié que los problemas por ataques de perros en el medio rural se dan por la superpoblación canina, que viene de la mano de la no castración y tenencia responsable. "Cuantos más perros tenemos, más problemas hay", dijo.
Según explicó, una perra sin castrar entra en celo dos veces al año y por cada parto puede tener hasta 12 cachorros, por lo que hoy se habla de "reproducción exponencial", concluyó.
