A pocos meses de terminar el gobierno, el presidente Tabaré Vázquez resolvió realizar un recambio político en la embajada de Uruguay en Venezuela y designó a Gustavo Gualberto Pacheco Fariñas como nuevo encargado de negocios en sustitución de José Luis Remedi, quien es un profesional de carrera que está a meses de alcanzar la edad de retiro estipulada en el Servicio Exterior.
La resolución fue aprobada este lunes en el Consejo de Ministros posterior a la realización de las elecciones. En general, este tipo de designaciones políticas a último momento se intentan evitar puesto que la eventualidad de un cambio de gobierno cambia la situación.
Pacheco se define como “militante frenteamplista” ya que hace 20 años que trabaja en la comisión del programa del Frente Amplio.
Desde hace ocho años desempeña un cargo político como director de Cooperación Internacional de la cancillería. De filiación socialista, trabajó antes en el Ministerio de Desarrollo Social hasta que le llegó el llamado para ocupar un cargo de director general durante la cancillería de Luis Almagro.
A fines de agosto El Observador adelantó que Pacheco había consultado si podía ser nombrado de forma política durante este período y desde la cancillería le transmitieron que había cinco vacantes disponibles que la administración puede usar para hacer nominaciones en los rangos de ministro y de embajador. En total son veinte puestos y se utilizaron quince en este periodo.
La resolución, que también lleva la firma del canciller Rodolfo Nin Novoa, señala que a solo efectos protocolares “ostentará el rango protocolar de Embajador” y lo autoriza a recibir los pasajes y las demás compensaciones a que tenga derecho.
Luego de varios años de tener embajadores políticos en Venezuela –Gerónimo Cardozo, Jorge Mazzarovich y Óscar Ramos– durante las administraciones frenteamplistas, este gobierno había cambiado la impronta de la misión con un funcionario diplomático que no respondía al Frente Amplio y que no tenía ningún tipo de vínculo o afinidades ideológicas con el chavismo.
Remedi llevaba apenas 39 días como nuevo jefe de la representación uruguaya en Venezuela cuando el gobierno de ese país lo puso en la mira. Sus contactos con integrantes de la Asamblea Nacional y con representantes diplomáticos de varios países –algunos de los cuales están enemistados con el régimen de Nicolás Maduro– comenzaron a generar ruido en la línea diplomática entre los países. Fue tildado de “conspirador” por parte del gobierno bolivariano y de “fascista” e “injerencista” por parte del comité de base Líber Seregni del Frente Amplio de Caracas. La situación le valió un llamado de atención y un viaje a Montevideo a fines de noviembre de 2018, pero luego de dar su versión en el Palacio Santos, Nin Novoa lo retornó a Caracas.
En diciembre cumplirá 70 años –la edad máxima para ejercer la función– y pidió al ministro contar con la excepción prevista en la ley para prolongar su estadía, pero el jerarca se lo negó.
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