Gobierno francés amenazó a los sindicatos por la huelga, que ya genera falta de combustibles

El conflicto, motivado en reclamos salariales, ya ha obligado a un tercio de las estaciones de servicio del país a colgar las mangueras por falta de combustibles.

"Esta situación ya ha durado demasiado", advirtió el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, en referencia al paro que desde hace dos semanas mantienen los empleados de la compañía Total Energies por mejoras salariales frente a la inflación.

En una entrevista con la emisora France Info, Le Maire contestó que "en horas, como mucho en días" al plazo dado a los sindicatos huelguistas vinculados  a la Confederación General del Trabajo (CGT), antes de aplicarles leyes que los obliguen a regresar a sus puestos de trabajo.

Los paros empezaron hace ya más de dos semanas y afectan en la actualidad a refinerías de Total Energies y de Exxon, así como a algunos depósitos.

"El bloqueo del país no es aceptable" y los franceses "no tienen que ser víctimas" de la situación, dijo el ministro, reiterando lo expresado ayer por el primer ministro Emmanuel Macron.

La CGT reclama un aumento salarial del 10% en 2022 -7% por la inflación y 3% por el reparto de la riqueza-, pero la dirección de Total Energies asegura haber tomado ya medidas que representan un aumento medio del 3,5% este año, consignó la agencia noticiosa AFP.

El gobierno busca quebrar la medida negociando con la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT), ara la que "hay propuestas de negociación" por parte de la compañía.

Pero tanto la CGT, mayoritaria en el sector, como Fuerza Obrera (FO), han decidido continuar con las medidas de fuerza ante lo que definen como “beneficios extraordinarios” de la empresa en la actual situación del mercado de combustibles, alterado por las sanciones a Rusia.

La primera ministra, Élisabeth Borne, convocó el lunes por la noche anoche una reunión de crisis con los ministros relacionados con el tema para definir una línea luego de Macron llamara a una “solución "rápida" del conflicto.

Las imágenes de estaciones de servicio cerradas o de largas filas se repiten en Francia, que sufre problemas de suministro en un tercio de ellas. En el norte, donde la situación es crítica, los automovilistas esperaban abastecerse en la única gasolinera abierta en Lille.

Para paliar la situación, Francia, la segunda economía de la Unión Europea (UE), ya desbloqueó sus reservas estratégicas de combustible y autorizó a los camiones cisterna a circular en domingo, mientras Total Energies importó combustible.

En las últimas semanas, el Ejecutivo multiplicó sus llamados a los ciudadanos para que moderen su consumo de gas y electricidad, para evitar cortes durante el inminente invierno boreal.

Las fuerzas de izquierda llamaron para el próximo domingo a una manifestación "contra la carestía de la vida cara" y contra la política liberal de Macron, cuyo primer mandato ya estuvo marcado por la protesta social de los "chalecos amarillos".

Francia reveló el jueves que planea una drástica reducción del consumo de energía en pleno corte de suministro del indispensable gas ruso a causa de la guerra en Ucrania, con el objetivo de restringirlo hasta un 40% para 2050.

Limitar la temperatura a 19ºC en interiores, apagar carteles y publicidad luminosa en la noche, incentivos para fomentar el teletrabajo y los vehículos compartidos son algunas de las medidas anunciadas por el Gobierno.

"Si toda la nación consigue cumplir este objetivo, que es puramente voluntario, en el peor de los escenarios, pasaremos el invierno", expresó entonces Macron.

Francia tiene parados, en su mayoría por problemas de corrosión, la mitad de sus reactores nucleares, su principal fuente de producción de electricidad.