El gobierno de Luis Lacalle Pou intensificará los controles que se realizan en las aduanas con el objetivo de desalentar a los uruguayos que viajan a Argentina para hacer turismo de compras.
Las autoridades del Poder Ejecutivo se reunirán esta semana para evaluar los datos de los primeros días de implementación de la medida dispuesta por el gobierno de Alberto Fernández, y definirán un ajuste en los controles aduaneros además de continuar pidiendo a los uruguayos que no crucen la frontera.
El viernes, en una entrevista en el programa Desayunos Informales de Canal 12, el ministro de Turismo, Germán Cardoso, dijo que el gobierno será “más estricto” con quienes se trasladen de un país al otro, fundamentalmente por el “turismo barato de compras”.
“Haremos nuestro máximo esfuerzo para aconsejar y desalentar eso. No nos parece justo que para ir a adquirir productos tipo ropa o championes que están más baratos, se ponga en juego la salud de la persona que va, su familia y los compañeros de trabajo”, manifestó.
El jerarca pidió a los uruguayos que cuando les ofrezcan promociones “hagan la cuenta” y recuerden que deberán pagar mínimo dos hisopados a un costo de aproximadamente US$ 100 cada uno y hacer cuarentena por siete días al regresar.
Argentina abrió el viernes sus fronteras aéreas, fluviales y terrestres con Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile, los cinco limítrofes. Para ingresar al país no piden que la persona haga una cuarentena obligatoria, pero sí debe presentar un test PCR negativo realizado 48 horas antes del viaje, un seguro médico que cubra casos de covid-19 y una declaración jurada.
Fuentes de la embajada argentina en Montevideo dijeron a El Observador que “entienden” que la reapertura de fronteras cauce “temor” en el gobierno uruguayo.
En la misma línea que Cardoso, se expresó en conferencia de prensa el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado. “¿Vale la pena, por unos championes o por unos vaqueros, poner en riesgo la salud de las personas, los familiares y amigos?”, dijo y agregó que no creía conveniente “poner en riesgo lo que tanto nos está costando a los uruguayos durante tanto tiempo” como es “mantener una pandemia controlada con la economía abierta”.
Si bien en el gobierno uruguayo se cuidan de criticar a Argentina, los jerarcas mencionan que los dos países vecinos están entre los primeros en la lista de contagiados y señalan que nuestro país es una “isla” en la región.
Delgado reiteró que los viajeros iban a tener que firmar una declaración jurada sanitaria y que controlarán el cumplimiento de la cuarentena, a través de las intendencias, la Fiscalía y los ministerios del Interior y Salud Pública. Las multas por incumplimiento van desde 30 hasta 1.000 UR y el gobierno tiene la potestad de presentar denuncias penales por desacato a las medidas sanitarias.
Más allá del turismo de compras, el Poder Ejecutivo también aumentará los controles en la llegada al país y revisará con la Dirección Nacional de Migración la aplicación del decreto que permite ingresos excepcionales de extranjeros.
Más allá de la revisión, en la primera semana de aplicación del nuevo sistema de trámites de ingreso (que ahora permite hacer la gestión vía web), Migración recibió 1.700 solicitudes, de las cuales 252 fueron aprobadas, 362 rechazadas y el resto están en proceso, según datos del Ministerio del Interior a los que accedió El Observador.
En tanto, desde el cierre de fronteras se autorizaron 11.200 ingresos excepcionales. El primer motivo es la reunificación familiar y el segundo, las razones laborales.
Quienes pueden entrar al país son:
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