El motivo fundamental por el cual hay algunos productos hortifrutícolas cuyos precios subieron durante los últimos días es climático. Concretamente, eso lo explica el escenario de déficit hídrico que hubo durante este verano y que, pese a que ha llovido, lejos están de desaparecer los impactos adversos que se han concentrado en la zona granjera del sur del país, considerada incluso en el área declarada bajo emergencia agropecuaria por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
En ese marco, Gerardo Martínez, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas de Canelones (APAC), relativizó el impacto que pueda tener en el cambio de precios la pandemia de Covid-19 (coronavirus) que se expresa a nivel mundial y obviamente también en Uruguay.
Martínez dijo a El Observador que “hay algún cambio de hábito que incide en algo, como la indicación dada de permanecer en los hogares, lo que hace que la gente demande más hortalizas para cocinar, pero no es el coronavirus el motivo por el cual algunos precios subieron, lejos está de ser el motivo principal”.
Enfatizó que “los cambios en los precios responden a la oferta y la demanda, como siempre ha pasado, hay algunos rubros que por la sequía han mostrado una merma en la producción muy importante, como es el caso de zapallo, zanahoria y cebolla por ejemplo, con mermas de 20% a 40% según el caso, y eso obviamente deriva en que los precios al consumidor suban”.
El productor y directivo gremial destacó que, a la vez que hay algunos rubros con precios algo por encima de lo habitual para la época, hay otros en los que los precios son bajos porque en esos casos la oferta es importante. Algunos ejemplos son el tomate y la lechuga. Tanto que esta semana en algunos puestos se ofertaban dos kilos de tomate por $ 49 y dos lechugas por $ 29.
El impacto del déficit hídrico afectó de diverso modo a cada rubro, en lo cual hay que considerar que no es lo mismo producir algo cuyo ciclo biológico sea de algunas semanas y en lo que pueda haber una respuesta más pronta a otro rubro que brinde una producción anual, por mencionar casos extremos.
Fuentes oficiales, consultadas por El Observador, añadieron que la situación de abasto de producción y precios es objeto de un monitoreo constante, a los efectos de determinar, en caso que sea necesario, permisos de importación para asegurar el acceso de la población a determinados productos, algo que en la actualidad ya sucede con la papa, por ejemplo.
Productores consultados durante estos días por El Observador señalaron, por su parte, que en algunos rubros hubo mermas productivas y que lo cosechado además no tiene los calibres adecuados, todo ello como consecuencia de un nivel de lluvias adecuado y, cuando hay sistemas de riego, la falta del recurso para utilizar esa herramienta, la del riego artificial.
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