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Gustavo Petro hizo un balance positivo de sus primeros 100 días de gobierno
Se cumplieron la semana pasada los primeros 100 días de Gustavo Petro en la presidencia de Colombia. Como se acostumbra desde que comenzó a tomarse ese período de tiempo como un anticipo y representación de la eficacia presidencial cuando Franklin Delano Roosevelt llegó al gobierno de Estados Unidos después de la gran Depresión y tuvo que hacerse cargo de un país arrasado por la pobreza, la desocupación y la desesperanza, los analistas y observadores de la realidad social ponen su lupa sobre el nuevo gobierno, el primero de izquierda en la historia colombiana.
Lo que aparece enseguida es la indudable vocación de Petro por la acción concreta: lanzó inmediatamente una propuesta de reforma fiscal progresiva y creó un ministerio de Igualdad encabezado por la vicepresidenta afrocolombiana Francia Márquez.
Para saldar cuentas con el pasado de violencia en el país instrumentó una Ley de Paz Total destinada a dialogar con actores como los paramilitares, las milicias y la guerrilla remanente del ELN. Concitó la atención de la comunidad internacional por su discurso en las Naciones Unidas en la que amonestó al Norte Global y criticó la política de combate a las drogas de Estados Unidos.
Al presentar el balance de sus primeros 100 días en la casa de Nariño, el presidente Petro, rodeado de sus ministros, reseñó 50 puntos específicos que considera los principales logros de su gobierno y presentó un resumen del Plan Nacional de Desarrollo cuyo título es “Colombia potencia mundial de la vida” y será enviado al Congreso el próximo año.
En los 50 puntos mencionados por Petro predomina claramente una orientación hacia lo social, hacia la solución de problemas vinculados a las históricas injusticias y desigualdades de la estructura económico-social colombiana, como el inicio de la reforma agraria, la preocupación por el medio ambiente y la educación, la recomposición de vínculos regionales como la reanudación de las relaciones con Venezuela y una nueva mirada sobre la política anti drogas, alejada de la concepción bélica de gobiernos anteriores.
Argemiro Piñeros, periodista y politólogo con 30 años de experiencia profesional en el medio político de Bogotá, ha acompañado profesionalmente al jefe de Estado desde que asumió el cargo dentro del país y en visitas al exterior. En una entrevista con el periódico digital alemán nd, Nariño evalúa el estilo de gobierno como sólido y afirma que sus políticas corresponden exactamente a "lo que encarnó en la campaña electoral".
Según Piñeros, Petro ha "aprovechado al máximo su buena imagen" al centrarse en los temas de igualdad, pobreza y mejora de la vida de todos, por lo que se distingue claramente de los gobiernos de derecha anteriores.
El experto está particularmente impresionado por la rapidez con que se adoptó la reforma fiscal que representa “un gran logro que genera un ingreso adicional de unos US$ 4 millones adicionales al año” que tendrán destino social. “Nadie había hecho algo así antes de Petro", explica Nariño.
Petro prometió en su toma de posesión que "ha llegado el momento del cambio". La población espera ahora con impaciencia la concreción total de las promesas de campaña, aunque el principal escollo que aparece en el horizonte es el aspecto económico. Piñeros observa que a la tradicional dificultad de gobernar un estado de estructura e historia conflictiva se suma la necesidad de fondos, cuya única forma de obtención implica la afectación de intereses que indudablemente se resistirán a ceder.
