Guterres llamó al diálogo a los líderes militares enfrentados para poner fin a la guerra

A ambos los llamó a "cesar de inmediato las hostilidades, restablecer la calma y comenzar un diálogo para superar la crisis". Guterres también se contactó con los dirigentes de la Unión Africana y de la Liga Árabe para contribuir a desactivar el conflicto armado.

Las víctimas en dos días de intensos enfrentamientos fueron fundamentalmente civiles en Jartum, la capital del país y en la región de Darfur, ubicada en el oeste de Sudán, donde un conflicto con componentes étnicos, y alimentado por intereses políticos, lleva dos décadas de guerra. 

Sudán tiene cerca de 50 millones de habitantes y el conflicto de Darfur generó el desplazamiento de no menos de un millón de personas. Alrededor de cien mil migraron, fundamentalmente a Chad, vecino al país.

Los combates ocurridos en estos días son entre el Ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar del país africano. Las víctimas fatales registradas entre civiles hasta este domingo fueron 97 personas, entre ellos tres empleados de Naciones Unidas.

Los combates incluyen no solo soldados con fusiles sino también el uso de vehículos blindados, camiones con ametralladoras montadas en la capital de Jartum y ataques con aviones.

Los combates son el resultado de la lucha por el poder entre los dos generales que protagonizaron el golpe de Estado de 2021, a quienes Guterres llamó al diálogo.

El domingo hubo un breve cese de hostilidades de tres horas que permitió la apertura de un corredor humanitario por el que fueron evacuadas más de mil personas.

Los heridos suman centenares y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), "varios de los nueve hospitales en Jartum que reciben a civiles heridos se han quedado sin sangre, equipos de transfusión, fluidos intravenosos y otros suministros vitales".

La cifra de 97 civiles muertos por los enfrentamientos “no incluye a todas las víctimas porque muchas no pudieron llegar a los hospitales debido a las dificultades de desplazamiento”, señala un despacho de la agencia EFE. 

La OMS advirtió que "varios de los nueve hospitales en Jartum que reciben a civiles heridos se han quedado sin sangre, equipos de transfusión, fluidos intravenosos y otros suministros vitales".

Las luchas entre el ejército regular y los paramilitares de las FAR provocaron alarma internacional y llevaron al cierre de fronteras de los vecinos Egipto y Chad. 

Los combates continuaron después del anochecer del domingo. Los habitantes de la capital se refugiaban en sus hogares por temor a un conflicto prolongado que podría hundir a Sudán en un caos más profundo, frustrando las esperanzas de una transición hacia una democracia constitucional. 

Guterres habló antes de la inauguración del Foro sobre Financiación para el Desarrollo, donde destacó que la inestabilidad mundial y el crecimiento de la desigualdad, “ya sea económica, de género u otra clase, está transformando la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en un espejismo de lo que podrían haber sido”.

El secretario general de la ONU dijo que “la desigualdad en algunos países está retrocediendo a los niveles de principios del siglo XX”.

Subrayó que “las múltiples crisis que asolan al planeta como las secuelas de la pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania y las catástrofes asociadas al cambio climático, están acelerando la desigualdad y provocando “un impacto devastador” en las personas más pobres y vulnerables.

Durante el discurso inaugural del Foro del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas 2023 sobre Financiación para el Desarrollo, Guterres dijo que “con más del 40% de las personas en situación de pobreza extrema viviendo en países aquejados por graves problemas de deuda, perjudican profundamente a las personas y comunidades más pobres, pero no a las más ricas”.

Al referirse al conflicto en Sudán, Guterres también mencionó que los líderes militares deben "retomar el camino de la transición", en alusión al proceso democrático interrumpido por Al Burhan y que no guarda relación con el actual conflicto, algo que han dejado claro los líderes del movimiento civil pro democracia desmarcándose claramente de ambos bandos militares. 

Ejército, paramilitares o milicias rebeldes

Los enfrentamientos comenzaron después de que el Ejército acusara a las FAR el sábado de atacar la residencia del Al Burhan el mismo día que tenía prevista una reunión con el líder de los paramilitares.

Tras estos acontecimientos, el Ejército disolvió las FAR y las declaró una "milicia rebelde", e indicó que tras tres días de combates los uniformados han podido "infligir grandes pérdidas" entre los paramilitares, "muchos" de los cuales se han rendido y unido a sus filas, según la versión de las Fuerzas Armadas.

El Ejército asegura, además, que todos los intentos de diálogo con las FAR "han fracasado", mientras que Hemedti urgió hoy a la comunidad internacional a "intervenir" contra las Fuerzas Armadas y contra Al Burhan en particular, al que calificó de "islamista radical".

Este lunes está previsto que el representante especial para Sudán del secretario general de la ONU, Volker Perthes, informe a puerta cerrada al Consejo de Seguridad, tras lo cual comparecerá ante la prensa por videoconferencia.

(Con información de agencias)