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Mataron a un preso en cárcel de Punta de Rieles pese a custodia de la Republicana
Un preso de la cárcel nueva de Punta de Rieles fue asesinado por otro interno, a un mes de que la Guardia Republicana reforzara la seguridad de la institución.
Según informó la periodista Denisse Legrand en su cuenta de Twitter y confirmó El Observador, el asesinato ocurrió este sábado de tarde, cuando el centro penitenciario ya contaba con el refuerzo de 200 efectivos de ese cuerpo especializado.
La víctima fue un joven de 21 años, y murió luego de que fuera apuñalado con un corte carcelario de 15 centímetros de largo. El joven ingresó acompañado de otros dos internos a una celda ubicada en el segundo piso del edificio y, de acuerdo al registro de las cámaras de seguridad del lugar, "un minuto después" el preso salió cargado por los compañeros, quienes lo llevaron al servicio médico de la prisión, según informó en su sitio web la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior (Unicom). Murió poco tiempo después.
Ana Juanche, la directora actual del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), aseguró que hay un interno que confesó haber matado al joven pero que las autoridades creen que pudo haber declarado bajo amenaza para proteger al verdadero responsable.
"Una persona se hizo cargo de lo sucedido pero, la administración penitenciaria, dado el estado emocional, sospecha que no fuera el responsable, porque además había ingresado unos pocos días antes, (por lo que se presume) que podría haber sido obligada a confesar un hecho que no cometió”, dijo la jerarca.
Por otra parte, fuentes de la Guardia Republicana dijeron a El Observador que, tras una investigación primaria, se concluyó que no hubo una falla de seguridad "porque la situación se dio dentro de la celda" de la víctima.
La cárcel de Punta de Rieles nueva, inaugurada a principios de 2018 como la primera unidad del INR bajo gestión público-privada, fue la unidad elegida por el Ministerio del Interior para recibir antes que las otras el apoyo de la Republicana: los nuevos policías llegaron el 21 de junio.
Según había anunciado el ministro Eduardo Bonomi a fines de mayo, la cartera de seguridad asignó a esa dependencia tareas "vinculadas al mantenimiento de la seguridad perimetral (de las cárceles), así como las referidas a brindar las garantías inherentes a la integridad física de los policías, funcionarios penitenciarios y personas privadas de libertad o las que por cualquier motivo concurran a centros de rehabilitación".
La intervención de la Guardia Republicana en lo ocurrido consistió en "asegurar la escena del hecho" y realojar a los presos de la celda en la que tuvo lugar el crimen para que Fiscalía pudiera investigar.
En esta cárcel, destacada por el gobierno como modelo, ya había ocurrido un homicidio el 19 de junio, luego de un enfrentamiento entre dos internos. En esa oportunidad murió Cristopher Bryan Salina Medina, "producto de las heridas de arma blanca recibidas durante la pelea", como informó en su momento la Unicom.
Los asesinatos dentro del sistema penitenciario volvieron a aumentar en 2018 y se llegó a una cifra récord: se registraron 19 casos, dos más que en 2017.
“Este año ha sido el de mayor cantidad de homicidios que se tiene registro”, señaló el informe elaborado por la Oficina del Comisionado Parlamentario para el Sistema Carcelario. A la vez, la cantidad de muertes –lo que incluye suicidios y muertes naturales– disminuyó: pasaron de 47 a 37, según datos preliminares.
